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miércoles, 27 de abril de 2022

El MUDDH SE SUMA AL Desafío de Refugiados MUN 2022! ACNUR🏆

 TEMA DE ANALISIS EN LA ASAMBLEA: 

Encontrar soluciones duraderas para los refugiados:

 “En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a disfrutar de él, en cualquier país” según la Declaración de los Derechos Humanos. No obstante, existen muchas vulneraciones de este derecho en todo el mundo y es necesario actuar a todos los niveles para fomentar su cumplimiento.



La perspectiva de alcanzar soluciones duraderas e integrales para las necesidades de protección es cada vez más distante para un número creciente de refugiados y refugiadas. Muchos de los que necesitan protección internacional y buscan un futuro seguro para sus familias están recurriendo a movimientos peligrosos que generan importantes riesgos de protección.

Las necesidades humanitarias de quienes necesitan protección internacional, y que son víctimas de la persecución, la intolerancia, las violaciones de derechos humanos, la violencia generalizada y los conflictos internos, no son ajenas a las legítimas preocupaciones internacionales en materia de seguridad. Sin embargo, es importante crear conciencia de que los refugiados son víctimas de la inseguridad y del terrorismo, y no sus causas.

Igualmente, hoy es necesario admitir que la protección internacional de refugiados pasa por entender mejor el vínculo existente entre migración y asilo, y en particular por reconocer que los solicitantes de asilo y refugiados están inmersos dentro de los flujos migratorios que atraviesan el continente. En consecuencia, es necesario establecer mecanismos y salvaguardas específicas para identificar a las personas necesitadas de protección internacional dentro de esos flujos migratorios.

ANALISIS:


Enfocar: Para entender la realidad de las personas que solicitan asilo, es necesario, por un lado, poner el foco en las crisis humanitarias y en las vulneraciones de los DDHH que estas personas sufren en sus países, por otro lado, en las políticas de asilo de los países de destino, donde en los últimos años se puede observar un siempre mayor enfoque sobre la seguridad nacional y una creciente criminalización de las personas refugiadas.

Actuar: Varias agencias internacionales y nacionales trabajan para proteger el Derecho de asilo y brindar apoyo a las personas que lo solicitan con el fin de garantizar su refugio en el país de acogida. Sensibilizar y denunciar las vulneraciones de este derecho y proponer medidas para fomentar su cumplimiento es el primer paso para empezar a ser parte de la solución.

· El Derecho de Asilo no es solo una cuestión humanitaria, sino está recogido por el Derecho Internacional y es una obligación de los Estados. Está contemplado en la Declaración de los Derechos Humanos (1948), en la Convención de Ginebra (1951), en el protocolo de Nueva York (1967), en la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea (2017), y en España en la Constitución Española (1978) y en la Ley de Asilo. No obstante, la decisión de varios países de blindar las fronteras y no ofrecer vías legales para solicitar asilo supone un retroceso en el Derecho de Asilo y una vulneración de este derecho y de otros derechos fundamentales que con él se ven afectados.

Cada persona desplazada tiene una historia que contar y razones por huir buscando refugio en otro país. Los testimonios de personas que han sufrido persecuciones, vulneraciones de los derechos humanos, así como los efectos de crisis humanitarias en sus países nos ponen frente a experiencias muy dolorosas, tanto en su país de origen, como durante el viaje que emprenden para buscar refugio. Dar voz a sus experiencias y escucharlas es el primer paso para entender la importancia del cumplimiento del derecho humano al asilo.

Vulneración de los Derechos Humanos en el país de origen y en las fronteras:

Los desplazamientos forzosos de las personas que piden asilo surgen en la necesidad de huir del país de origen por violencias, guerras, crisis humanitarias, desastres naturales, persecuciones y vulneraciones de los Derechos Humanos. En muchos casos, además, los mismos campos de refugiados o centros de detención fronterizos en los que se encuentran, ofrecen condiciones indignas.

Las vulneraciones de los derechos en el país de origen incluyen todo tipo de violencias. Algunas personas tienen que huir incluso por violencia de género, orientación sexual, matrimonio forzado, entre otros motivos.

La crisis de los refugiados es una crisis de derechos, en la que se vulneran varios derechos fundamentales, como el derecho a la salud y el derecho a la vida.

· Vías mortales hacia el refugio: A pesar de los esfuerzos por cerrar las fronteras en todo el mundo, tanto en Europa, como en Centro América, los refugiados y los migrantes continúan arriesgando sus vidas en indignos medios de transporte, tratando de cruzar las fronteras.


Propuestas para mejorar la migración

 1.    DAR ACCESO AL ASILO (VIOLENCIA Y DEVOLUCIONES ILEGALES)

Todas las personas deberían poder entrar en otro país para pedir asilo: es un derecho humano. Aunque el proceso debería ser imparcial y efectivo, en la práctica muchos gobiernos dejan esperando años a quienes solicitan asilo sin darles una respuesta definitiva. Otros son devueltos a países donde su vida podría correr un peligro real.

Además, viajen por tierra o por mar, a las personas que huyen de situaciones de persecución o de guerras se les debe permitir cruzar las fronteras tengan o no documentos de viaje. Obligarlas a retroceder y levantar vallas colosales no hace más que forzar a las personas a tomar rutas más peligrosas en busca de seguridad.

También supone reasentar a todas las personas refugiadas que lo necesiten. El reasentamiento es una solución esencial para la mayoría de las personas refugiadas más vulnerables, como las supervivientes de tortura y las que sufren problemas médicos graves.

Ø  PROPUESTAS:


▪ Poner fin a las devoluciones ilegales en frontera.

▪ Acabar con cualquier forma de violencia en las fronteras.

▪ Asegurar el acceso a la justicia a personas migrantes víctimas de violencia, el acceso a atención psicológica y rehabilitación.

▪ Garantizar el acceso a los procedimientos legales establecidos y a las garantías debidas: acceso a la información, asistencia letrada, intérprete, acceso a tutela judicial y posibilidad de solicitar protección internacional.

▪ Garantizar que la detención sea una medida excepcional, no discriminatoria en función de la nacionalidad y que no se utilice nunca en el procedimiento de identificación. En ningún caso podrá detenerse a niños y niñas.

▪ Valorar el tiempo de estancia, los vínculos familiares y del proceso de integración en los procesos de expulsión de personas en situación irregular a fin de evitar expulsiones.

▪ Eliminar las restricciones geográficas en los países de tránsito y destino.

 

2.    RESCATE, SALVAMENTO Y VIDAS HUMANAS EN TRÁNSITO Y FRONTERA



Los líderes mundiales deben también dar prioridad a salvar vidas. Nadie debería haber muerto cruzando una frontera; sin embargo, sucede todo lo contrario ejemplo de ello en la frontera de México y Estados Unidos, y la selva del Darién Colombia.

En mayo de 2015, miles de personas que huían de la persecución en Myanmar estuvieron sufriendo durante semanas a bordo de barcos, mientras Tailandia, Malasia e Indonesia discutían sobre quién debía ayudarlas.

Los Estados deben poner fin a estas situaciones invirtiendo en operaciones de búsqueda y salvamento y prestando de inmediato ayuda a las personas en dificultades.

Ø  PROPUESTAS:

En lo que se refiere a las operaciones de rescate y salvamento:

▪ Incrementar los recursos técnicos y económicos destinados a las operaciones de rescate.

▪ Favorecer un enfoque multidisciplinar y no militarizado en el rescate y salvamento de las personas migrantes y refugiadas.

▪ Establecer un mecanismo que garantice una mayor transparencia, control y monitoreo de las operaciones de rescate.

▪ Cambiar el enfoque de las políticas migratorias basadas puramente en la seguridad hacia un enfoque de protección y derechos humanos.

▪ Facilitar la observación de las organizaciones de la sociedad civil en las operaciones de rescate.

▪ Garantizar que los trámites de información e identificación se produzcan una vez en puerto seguro y nunca durante el rescate ni en la embarcación.

▪ Establecer mecanismos de intercambio de información entre las organizaciones de la sociedad civil garantizando la confidencialidad y un tratamiento adecuado de los datos.


En los países de tránsito y en fronteras:

▪ Eliminar los obstáculos a la ayuda humanitaria, poner fin a la criminalización de las ONG que trabajan en el rescate y acompañamiento de personas migrantes y solicitantes de asilo.

▪ Proteger la vida de las defensoras y defensores de los derechos de las personas migrantes y refugiadas.

▪ Poner en marcha programas de formación continua en derechos humanos a todos los agentes implicados que operan en tránsito y en frontera, especialmente a policías, autoridades migratorias y fuerzas de seguridad.

▪ Favorecer la libre circulación y poner en marcha más vías seguras para evitar el riesgo y la pérdida de vidas humanas.

▪ Garantizar la protección de niños, niñas y adolescentes, así como a personas que pertenezcan a grupos vulnerabilizados como la comunidad LGTB y mujeres.

▪ Sensibilizar y capacitar a los medios de comunicación en el tratamiento apropiado de la información sobre personas migrantes y refugiadas.


3. VÍAS LEGALES Y ACCESO A LA PROTECCIÓN

Ø PROPUESTAS:

▪ Favorecer una política de apertura en la concesión de visados.

▪ Impulsar la emisión de visados humanitarios para que exista un procedimiento legal con garantías y posibilidades de recurso.

▪ Potenciar y facilitar el reconocimiento de protección internacional razones humanitarias en los países de destino.

▪ Garantizar el acceso a las embajadas y consulados de países de destino en países de tránsito para facilitar el traslado y formalizar las solicitudes de asilo en destino.

▪ Favorecer la reunificación familiar, agilizar los procedimientos y ampliar el concepto de unidad familiar.

▪ Garantizar la asistencia jurídica gratuita desde el inicio del proceso de registro e identificación.

▪ Poner fin a la detención de personas migrantes, solicitantes de asilo y refugiadas.

▪ Asegurar un adecuado funcionamiento de los sistemas de asilo.

▪ Dar seguimiento a las condiciones de vida de las personas refugiadas, garantizar el acceso de derechos.

▪ Garantizar e implementar sistemas de alerta temprana para la detección y protección inmediata de personas con necesidades especiales.

▪ Asegurar un tratamiento diferenciado que responda a las necesidades de personas en situación de especial vulnerabilidad en la tramitación de solicitudes de asilo.

▪ Garantizar recursos humanos y presupuestos suficientes para la identificación de necesidades y creación de equipos multidisciplinares con formación específica y continuada.

▪ Evitar que las condiciones de acogida aboquen de forma sistemática a todas las personas a situaciones de vulnerabilidad.

▪ Asegurar que en todo momento sea protegido y garantizado el interés superior de la infancia.

▪ Garantizar en todo momento la aplicación del enfoque de género para determinar la situación de las mujeres y personas LGTB.


DEBATE:

¿Inmigrantes o refugiados? Qué los distingue:

Cuando hablamos de migrantes no siempre distinguimos entre los que huyen de una guerra o los que emigran en búsqueda de un trabajo o de una vida mejor. La diferencia no es semántica, puesto que de eso depende la condición que permite a un migrante ser considerado jurídicamente un refugiado, y de ahí poder obtener el asilo. Solo los que respondan a una serie de condiciones pueden conseguir la protección deseada en países de acogida.
Los refugiados

El Comisionado de Naciones Unidas para los refugiados (ACNUR) define los refugiados como aquellas personas que huyen “para salvar sus vidas o preservar su libertad”. Los refugiados, a diferencia de los migrantes por razones económicas, tienen derecho a pedir asilo siempre y cuando puedan demostrar que provienen de un país en conflicto donde las circunstancias le obligan a buscar refugio fuera de sus fronteras, o donde existen “fundados temores de ser perseguido por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un determinado grupo social u opiniones políticas”, según afirma el Estatuto del Refugiado de la ONU de 1951, modificado en 1967. Los que van en búsqueda de un trabajo en el exterior no pueden, por lo tanto, considerarse refugiados.

Los migrantes

Pese a la falta de una definición de migrante aceptada internacionalmente, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) califica como migrante todas aquellas personas que se mueven de sus países por “conveniencia personal” y como resultado de una decisión tomada libremente. La OIM distingue entre migrantes documentados e indocumentados. Los primeros son inmigrantes cualificados, que se mueven con un contrato laboral bajo el brazo o que tienen derecho a reunirse con un familiar. El migrante irregular, en cambio, es quien entra de forma ilegal o que, al vencer el término de su asilo, no deja el país de acogida. Ellos son los que se suelen llamar “clandestinos” o “sin papeles”, y que la OIM define como “migrante indocumentado” o “migrante en situación irregular”.

El migrante económico es quien busca una mejora de sus condiciones de vida en otro país. Para la OIM son inmigrantes económicos tanto los que intentan entrar en un país sin permisos legales o intentando falsificar sus expedientes para obtener asilo, como los trabajadores que se desplazan de estancia fuera de su país a través de contratos laborales temporales.

El derecho de asilo

Las personas que demuestran ser refugiados pueden solicitar el derecho de asilo. Según explica ACNUR, cuando se realizan huidas masivas de países en guerra a los migrantes se les considera refugiados de prima facie (a primera vista), a la espera de que cada petición de asilo sea analizado adecuadamente. Este caso puede darse, por ejemplo, a los sirios que están viendo su país devastado por una guerra civil, o los eritreos, que pueden declarar que se enfrentan a uno de los regímenes más represivos del mundo. La agencia de la ONU para los refugiados calcula que cada año hay alrededor de un millón de personas que pide asilo. En 2014, los que solicitaron asilo fueron un 54% más que en 2013, y el 60% de las solicitudes del año pasado se concentraron en cinco países: Alemania, Estados Unidos, Turquía, Suecia e Italia. Los últimos datos de ACNUR sitúan a Siria como el principal país emisor de personas refugiadas (3,5 millones) y con más desplazamientos internos (6,5 millones).

IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN

No toda vulneración del derecho a la igualdad constituye un acto discriminatorio, pero toda vulneración del derecho a la no discriminación afecta al derecho a la igualdad. Debemos distinguir entre estereotipos (imágenes e ideas aceptadas comúnmente sobre un grupo), prejuicios (juicios previos que se forma una persona sobre otra o sobre un grupo o situación) e incidente discriminatorio (cualquier hecho percibido como discriminatorio por quien lo padece, o cualquier otra persona) Son muchas las causas de discriminación, entre otras: edad, orientación sexual e identidad de género, origen racial o étnico, discapacidad, religión y creencias, y un lamentable largo etcétera.

 

LA VIOLACION A LOS DERECHOS HUMANOS POR PARTE DE FUNCIONARIOS

 

Nunca nada parecido a lo que acontece en este (en mucho) triste Siglo XXI para los extranjeros de países socialistas como CUBA y VENEZUELA, quienes han debido escapar masivamente a situaciones invivibles, contrarias desde muchas perspectivas al goce efectivo de los derechos humanos, pues muchos estados incumplen gravemente sus obligaciones constitucionales e internacionales en materia de derechos humanos.

Así, primero la marcada inseguridad personal, y luego la deplorable situación económica, llegando al extremo del desabastecimiento alimenticio y de salud, y la espantosa e inclemente persecución y represión a la disidencia política, todo acompañado por una clara política segregacionista y de generación de violencia en todos los ámbitos, han impulsado a los venezolanos y a los cubanos, notablemente los jóvenes y los empresarios y profesionales, pero también familias enteras, a buscar mejores oportunidades de vida en otros países.

Para muchos, el aeropuerto y el mar ha sido la única salida al grave problema nacional dentro de sus países.

Algunos migrantes tuvieron posibilidad de tramitar visas de estudiantes, emprendedores, comerciantes, turista, de modo de estar en condiciones legales para su inserción, sustento y tranquilidad, aunque fuere pasando penurias, pues muchos han tenido que aceptar empleos de menor nivel, o en actividades totalmente distintas como el mantenimiento, etc., no obstante, sus títulos universitarios, credenciales o experticias.

Esta ha sido la situación de la gran mayoría: gente enfrentándose a penurias, riesgos e incertidumbre, a cambio de un mínimo de calidad de vida, para poder escapar del autoritarismo.

En estas circunstancias, algunos, pero cada vez más, frente a la imposibilidad de obtener un estatus legal de permanencia en su país de destino, no solamente por las eventuales trabas propias de las legislaciones internas, sino también por las dificultades desarrolladas por las autoridades de sus países en cuanto concierne a la consecución de documentos legales, apostillado, antecedentes penales, etc., sumado ello a la ausencia de protección consular, no renovación y hasta anulación de pasaportes, etc., han ido pensando en las figuras de refugiado y de asilado.