Las principales tendencias de la migración internacional


La migración internacional es un componente constante de la historia humana y vital para entender el mundo actual globalizado y conocer su carácter transformador. En este texto veremos que las tendencias actuales de la migración internacional están relacionadas principalmente con cambios sociales, económicos, políticos y medioambientales que impactan en las regiones receptoras y expulsoras de personas migrantes.

De acuerdo con el Portal de Datos Mundiales sobre la Migración (2021), existen cerca de 280.6 millones de migrantes internacionales, siendo Estados Unidos el principal país receptor con 20 % de inmigrantes, seguido de Alemania, con cinco por ciento, y Arabia Saudita, con cuatro por ciento.

Los flujos migratorios permean en las dinámicas del mercado económico global, en los medios de comunicación, en la transformación social (por el intercambio cultural y étnico), en el desequilibrio demográfico entre países desarrollados y en vías de desarrollo, y en la presencia de redes de tráfico y trata como industria de migración irregular. Algunos sucesos recientes que han marcado de manera puntual la migración internacional son los siguientes.

El Informe sobre las Migraciones en el Mundo 2020 indica que el continente africano fue abatido por sequías, inundaciones, sobreexplotación de recursos y el cambio climático que contribuyeron a la movilidad rural-urbana y cíclica dentro de los países y a través de las fronteras de la subregión.

En Sudamérica y Centroamérica se destaca la situación de desplazamiento de países como Venezuela y Honduras. El primero, debido al bloqueo de tránsito de alimentos y bienes esenciales que ha impactado en la vida cotidiana de su población, provocando la emigración ante la inestabilidad política, social y económica. “[…] Se afirma que Estados Unidos y las corporaciones transnacionales van por el petróleo de Venezuela, por la biodiversidad, por su lugar privilegiado en la geopolítica mundial” (Arconada et al., 2017). Por su parte, Honduras se destaca por las múltiples crisis como la represión estatal, la violencia, problemas económicos y catástrofes ambientales. Los huracanes Eta e Iota dejaron al menos 94 muertos y casi cuatro millones de damnificados en el país, lo cual podría provocar un incremento del nivel de la pobreza de un 10 %, superando el 70 % de la población (Tucker y Pindado, 2020).

En Medio Oriente, el impacto del conflicto sirio acrecentado en 2011 llevó a una crisis humanitaria y al desplazamiento forzado de su población para huir de la violencia, la represión y el conflicto en su país.

En términos demográficos, la densidad de población resulta un elemento que impacta a gran escala como es el caso de China, India y el continente africano como las mayores potencias con la posibilidad de incentivar más emigración. A este factor, se suma la tasa de fecundidad principalmente en África Subsahariana y partes del Medio Oriente donde la población joven predomina y por tanto resultan candidatos potenciales como mano de obra en países con economías más fuertes cuya población es mayormente vieja.

Otros factores que incentivan la emigración son los cambios climáticos, principalmente en países de África (Mozambique) y sur de Asia (India y Bangladesh), y las sequías que afectan a México, América del Norte (principalmente Tijuana, California, Arizona y Nuevo México) y Centroamérica (Guatemala, Honduras y El Salvador).

Por otra parte, destaca la tendencia económica del PIB per cápita donde los países con menor brecha salarial y con mejores niveles de bienestar son el principal atractivo entre los jóvenes desempleados en América Latina, África y Medio Oriente.

Los principales países receptores son potencias económicas globales con una tradición migratoria importante como Australia, Nueva Zelanda, Estados Unidos, Canadá, Europa occidental y los países del Golfo Pérsico. Por ejemplo, en los Estados del Golfo, más del 95 % de la fuerza laboral de los sectores de la construcción y el trabajo doméstico está constituido por trabajadores migrantes (OIM, 2019, p.37).

A pesar de que los principales países receptores han sido centros de la economía global, la clasificación tradicional de los movimientos migratorios entre países de origen, tránsito y destino está perdiendo significado, ya que muchos países actualmente son expulsores, receptores, o son países de tránsito de migrantes (Carrasco, 2013; OIM, s/f) . Podemos mencionar el caso de Sudáfrica con una fuerte inmigración en los últimos años dentro y fuera de África Meridional; o el caso de Turquía que, por quinto año consecutivo, en 2018 fue el principal país de acogida del mundo, con 3.7 millones de refugiados, en su mayoría sirios (Organización Internacional para las Migraciones, 2019).

A manera de conclusión, la migración internacional resulta un proceso en constante cambio por las dinámicas que se encuentran interrelacionadas con cambios económicos, socioculturales y políticos a nivel global, y que requiere estudiarse desde diversas aristas para una mejor comprensión de las tendencias de los movimientos migratorios actuales.


 El autor es fundador de Movimiento Unido Por La Defensa De Los Derechos Humanos (MUDDH)  y presidente de su Consejo directivo.

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