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jueves, 27 de mayo de 2021

Adhesión al manifiesto de Patria y Vida: libertad para sus artistas

 Súmate al manifiesto por la libertad de Maykel Osorbo, El Funky y Luis Manuel Otero Alcántara a través de este formulario. No importa si no eres cubano. No importa si no eres famoso, artista, literato, político, activista o académico. pues hay un lugar para todos en este reclamo.

No lo dudes, es la unión de todos, cubanos y no cubanos, la que traerá la democracia a Cuba y la que hará que los artistas de Patria y Vida no sean detenidos, procesados, incomunicados y desparecidos. Si quieres leer el manifiesto, puedes descargarlo aquí (ES / EN / FR), o puedes leerlo más abajo sin salir de esta página.

Patria y Vida

               El Funky, Luis Manuel Otero Alcántara y Maykel Osorbo, artistas de Patria y Vida


Los artistas de Patria y Vida han sido secuestrados, desaparecidos y procesados por el Estado Cubano

Convocamos con este manifiesto a todos los cubanos en el mundo al llamado de Patria y Vida, por la libertad de Cuba

 El terror de los meses de abril y mayo en Cuba, han estado marcados por la represión y el acoso de la Seguridad del Estado a artistas, activistas y periodistas independientes. A raíz de la popularidad de la canción Patria y Vida creció el asedio del gobierno sobre Luis Manuel Otero Alcántara y Maykel (Osorbo) Castillo Pérez, fundamentalmente.

domingo, 18 de abril de 2021

LGBTIQ+: Migración y Derechos Humanos / Enfoques

 

REINALDO RODRIGUEZ HERNANDEZ

Diplomado “Migración y Derechos Humanos: Enfoques”

 Sexilio y Migración: solicitud de refugio, asilo y el tránsito MIGRATORIO de personas LGBTI.

SUMARIO: I. Introducción; II. Movilidad por discriminación y violencia motivadas por condición sexo genérica; III. Marco jurídico; IV. ¿Ciudad amigable?; V. Conclusiones; VI. Bibliografía.

 


TERMINOLOGÍA

 LESBIANA Es una mujer que es atraída física, romántica y/o emocionalmente de manera perdurable por otras mujeres.

 HOMBRES GAYS Gay se utiliza a menudo para describir a un hombre que es atraído física, romántica y/o emocionalmente de manera perdurable por otros hombres, aunque el término gay también se puede utilizar para describir tanto a hombres gays como mujeres (lesbianas).

 BISEXUAL Bisexual describe a una persona que es física, romántica y/o emocionalmente atraída tanto por hombres como mujeres.

 TRANSGENERO El término transgénero describe a las personas cuya identidad de género y/o expresión de género difiere del sexo biológico que les fue asignado al nacer. Transgénero es una identidad de género, no una orientación sexual y una persona transgénero puede ser heterosexual, gay, lesbiana o bisexual.

 INTERSEXUAL El término intersexual o "trastornos del desarrollo sexual" (DSD por sus siglas en inglés) se refiere a una condición en la que un individuo nace con una anatomía reproductiva o sexual y/o patrones de cromosomas que no parecen ajustarse con las típicas nociones biológicas de hombre o mujer. Estas condiciones pueden ser evidentes al nacer, pueden aparecer en la pubertad, o puede que sólo se descubran durante un examen médico.

 ORIENTACION SEXUAL Se refiere a: "la capacidad de cada persona de sentir una profunda atracción emocional, afectiva y sexual por personas de un género diferente al suyo, o de su mismo género, o de más de un género, así como la capacidad de mantener relaciones íntimas y sexuales con estas personas". (Principios de Yogyakarta)

 IDENTIDAD DE GENERO  Se refiere a: "la vivencia interna e individual del género tal y como cada persona la siente profundamente, la cual podría corresponder o no con el sexo asignado al momento del nacimiento, incluyendo la vivencia personal del cuerpo… y otras expresiones de género, incluyendo la vestimenta, el modo de hablar y los modales". (Principios de Yogyakarta)

viernes, 9 de octubre de 2020

NOSTALGIA


Al exiliado y al emigrante les persigue el recuerdo. A los dos por igual: aunque el origen de la condición del primero sea una fuga y la del otro un abandono. El exiliado mira más desesperadamente al pasado, relaciona su desplazamiento con la desgracia y no con la suerte, como hace el emigrante.

A ambos les obsesiona el regreso, pero con diferentes intensidades. Para el exiliado se trata de una cuestión moral que implica la restauración de un prestigio y el merecimiento de una razón política, cuando no histórica o religiosa. El emigrante regresa por método: la vuelta es un recurso que restablece lo dejado en la frontera de las nuevas adquisiciones.

De cualquier modo, los límites entre estas dos condiciones son muy relativos. Quien emigra para vivir mejor, para salvar a su familia de la violencia, para darle mejor alimentación o educación a sus hijos, está poniendo en entredicho, con su decisión, la capacidad política de su gobierno para proceder eficientemente. 

El exiliado por su parte, digámoslo de una vez, tiende a comportarse también con una lógica migratoria, pues incluso aquellos perseguidos más sublimes, por una razón u otra, no escogen como refugio países de igual o inferior estándar económico que el suyo, sino generalmente las solventes democracias.

La relatividad de estas ecuaciones debería tenerla en cuenta esa parte de la comunidad cubana que liga el derecho a la costumbre, la credibilidad política al tiempo de las personas en territorio extra insular, tendiendo a llamar despectivamente “emigrantes” a los cubanos que están salendo últimamente de la isla, como si ese título implicara cierto descrédito ante el otro pretendidamente más selecto de “exiliado”. Baste decir por ahora que esa llamada emigración cubana de (pen) última hora es también política, así solo sea porque demuestra con su obstinada decisión de establecerse en cualquier sitio, ya sea en un país de África o en la nación más pobre del Caribe, que el “comer jamón” tiene complejas connotaciones que le acercan a la lógica libertaria que hasta ahora se ha creído privativa del exiliado.

La nostalgia y la melancolía son dos actitudes, o poses, que se proyectan sobre el pasado. La nostalgia juega con el recuerdo, es leve, “cool” , y puede provocar en el paciente (aquel que sufre y espera) y una suerte de gozo en la evocación.

La nostalgia se disfruta, la melancolía se padece.

A diferencia de la nostalgia que es accesible y se infla en el mercado, la melancolía es aristocrática, elevada, y marcadamente improductiva; por eso es de poco interés para los comerciantes de imágenes. La melancolía permite experimentar el pasado, pero produce una herida. Es, como dice el sociólogo mexicano Roger Bartra, una suerte de jaula. Ella es fuente de sentimientos lánguidos y hondos: puede llevar al poema, al rezo.

Resulta entonces que el objeto de la melancolía, pero sobre todo el de la nostalgia, se ha renovado radicalmente. Sí, aunque algunos no lo crean, el pasado inmediato ha dejado vivencias que mucha gente echa de menos: es que no se trata solo de política, sino también de amistad, de amor, de juventud.

REINALDORODRIGUEZ HERNANDEZ.

viernes, 21 de agosto de 2020

¿Qué hace Cuba en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU?

Es una grave contradicción pertenecer a este organismo y no haber ratificado los dos Pactos fundamentales de Derechos Humanos

El Consejo de Derechos Humanos es el máximo órgano evaluativo y de monitoreo de los Derechos Humanos en Naciones Unidas. A este organismo deben pertenecer los países que mejores récords tengan de respeto a los Derechos Humanos, a nivel mundial.

En esta dirección va la propuesta de una ONG argentina, CADAL, para reformar dos parámetros de elección al Consejo de Derechos Humanos.

Entre 170 y 175 estados miembros han ratificado los dos Pactos fundamentales y más de 73 países permiten de manera permanente la visita de los Relatores de Derechos Humanos relacionados a los derechos económicos, sociales, culturales, civiles y políticos. No están entre ellos, ni Rusia, ni China, ni Cuba, ni Venezuela ni Arabia Saudita. Sin embargo, Cuba, Arabia Saudita y China han sido los más permanentes representantes en este organismo, desde la creación del Consejo de Derechos Humanos en 2006.

Esta es una de las propuestas de CADAL, la condición para pertenecer al Consejo debe ser:

“Que los 47 Estados Miembro que lo conforman estén obligados a recibir invitaciones abiertas y permanentes a todos los relatores especiales del organismo”.

“De esta manera, si Arabia Saudita integra el CDH deberá aceptar, por ejemplo, la visita del Grupo de trabajo sobre la cuestión de la discriminación contra la mujer en la legislación y en la práctica, y el de la Relatora Especial sobre la violencia contra la mujer. Y en el caso de Cuba y China la visita de Relator Especial sobre el derecho a la libertad de reunión y de asociación pacíficas; el Relator Especial sobre la promoción y protección del derecho a la libertad de opinión y de expresión; el Relator Especial sobre la situación de los defensores de los derechos humanos; la Relatora Especial sobre la independencia de los magistrados y abogados; y el Relator Especial sobre ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias, entre otros”.

La otra condición a respetar es que las votaciones para pertenecer al Consejo sean abiertas y no secretas. Los gobiernos representados rinden cuenta de sus decisiones a las sociedades civiles de sus poblaciones por lo tanto deben ser transparentes con su actuación en Naciones Unidas.

CADAL lo formula así:

“De esta manera se brindaría transparencia al voto de cada país, permitiendo conocer si el mismo se ajustó a lo establecido en el punto 8 de la resolución. Asimismo, en los países democráticos el conocimiento público sobre el voto de las candidaturas para integrar el CDH generaría debate interno en caso de haber apoyado a un Estado que internamente reprime severamente el ejercicio de las libertades fundamentales”.

El multilateralismo que pretende defender el gobierno cubano no puede incluir la violación de Derechos Humanos en los países que dicen tener otro “modelo” de sistema político y económico. Cualquier “modelo” de sistema económico, político y cultural, desde Burundi a Cuba, tiene que respetar los Derechos Humanos contenidos en la Declaración Universal de Derechos Humanos y en los dos Pactos fundamentales de Naciones Unidas o sencillamente retirarse de la organización y del consenso de Naciones Unidas. Ningún país ha sido obligado a pertenecer a Naciones Unidas desde su fundación. Esta participación voluntaria en el concierto de Naciones Unidas tiene que ser coherente con el respeto de los derechos, todos y con aplicar las normas del Derecho internacional a sus legislaciones nacionales y permitir la visita libre y permanente de todos los Relatores de Derechos Humanos de Naciones Unidas.

El Gobierno cubano no ha ratificado los dos Pactos fundamentales de Derechos Humanos, que firmó en 2008, no permite la visita permanente abierta de ningún Relator de Derechos Humanos y sólo ha permitido en los últimos diez años, la visita “controlada” de un Relator sobre la alimentación, otro sobre la Trata de personas, y otra sobre Cooperación internacional. El Gobierno cubano no permite las presentaciones personales de sus ciudadanos en Naciones Unidas violando este derecho ciudadano.

El Gobierno cubano no ha ratificado el protocolo facultativo de la Convención contra la Tortura y los tratos crueles e inhumanos que permite la evaluación y monitoreo in situ de Naciones Unidas sobre todo el sistema carcelario de Cuba con graves déficit de espacio, alimento, higiene, atención médica, y reiterados abusos de poder de las autoridades carcelarias como reseñan los testimonios de las víctimas de estos atropellos.

El Gobierno cubano no permite la creación de una Comisión Nacional de Derechos Humanos, independiente al Estado y Partido cubanos. Dice que no quiere adscribirse a los Principios de París que lo regula, porque otras organizaciones estatales se ocupan de monitorear el estado de los Derechos Humanos en Cuba.

Sin embargo, en todos los informes que entrega en la ONU no puede mostrar los datos de las violaciones que se comenten en Cuba sobre los arrestos arbitrarios, la ausencia de debido proceso, el no respeto del Habeas corpus, la discriminación racial y de género, las violaciones de derechos resultado de la violencia intrafamiliar, los datos sobre feminicidios, los datos sobre abuso de poder de las autoridades civiles, laborales y militares, la violación de los derechos laborales, relativos al trabajo decente la prohibición de confiscar el salario, el derecho a huelga, el derecho al empleo libre que no existe para los profesionales del país, el derecho a crear sindicatos libres del estado, de los derechos económicos, la imposibilidad de crear empresas privadas y cooperativas, la imposibilidad de reivindicar y justiciar los derechos sociales y culturales, y la violación a los derechos de libertad de expresión asociación y manifestación pacífica. Según la narrativa de las delegaciones cubanas en Naciones Unidas, en Cuba no se viola ningún Derecho Humano. Esta narrativa debe ser fuertemente contestada en Naciones Unidas.

¿Qué hace Cuba en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU? Una grave violación ética, política y práctica del reglamento de Naciones Unidas para conformar el Consejo de Derechos Humanos que hay que transformar para eliminar la presencia de las dictaduras en el más alto organismo encargado de monitorear, exigir y evaluar los Derechos Humanos en el mayor consenso de la comunidad de naciones.

[1] “Dos propuestas de reforma para la integración del Consejo de Derechos Humanos” en Puente Democrático Año 15 #64, 26 de abril del 2017, en http://www.puentedemocratico.org/documentos/DocumentoPD64.pdf

[2] Visita “controlada” significa que los Relatores sólo se reúnen con funcionarios del gobierno y con grupos de ciudadanos designados por el gobierno. Estos grupos designados en Cuba son de las organizaciones estatales que encuadran y reprimen a la población en los “actos de repudio”. Los CDRs, la FMC, la CTC, la FEU, la FEEM, la ANAP, la UPEC, la UNEAC, todas creadas por el gobierno, parte del Consejo de Estado y dirigidas por el Partido Comunista de Cuba.

Cuba-La represión se acentúa contra Compromiso Democrático



La represión que en los últimos días se acrecienta sobre los grupos pacíficos pro democráticos en Cuba. Este sábado fue asaltada en Santa Clara la vivienda del activista Yoel Bravo

Por Yunia Figueredo La represión que en los últimos días se acrecienta sobre los grupos pacíficos pro democráticos en Cuba, consiguió niveles tiránicos hoy sábado cuando en el mediodía fue asaltada la vivienda del activista Yoel Bravo, en Santa Clara y fue arrestado con violencia delante de su familia.


Su esposa, Daily Rodríguez Pérez, cuenta la gris anécdota, enmarcada por el terror de los uniformados castristas, que según sus palabras asemejaban una embestida nazi.

“Aquí en la cuadra todo el mundo se quedó frío, porque pensaron que mi esposo Yoel había matado a alguien, o por lo menos puso una bomba en un cine, o en un lugar público, pero todo el mundo lo conoce y saben que lo único que quiere es el bien del país y un futuro mejor”.


Yoel Bravo es un opositor al régimen castrista, activista insigne de la coalición unitaria Compromiso Democrático, que en los últimos días ha puesto en jaque a la dictadura comunista llenando todo el país con imágenes del apóstol José Martí y sus pensamientos, con sus doctrinas anti comunista y su apego a la libertad y el decoro de los cubanos.

“Lo arrastraron delante de su hija, lo sacaron de la casa por los pies, está preso en el siniestro lugar que llaman: “Operaciones”, popularmente conocido como: la olla de presión, donde la gente sale se ablanda y sale hecha talco, enferma de los nervios, por las torturas psicológicas a que la someten en ese sitio terrible”.

“Con Yoel llevaron también al luchador por los derechos humanos, Luis Navarro Blanco, un hermano de lucha”, acota Daily, “los vecinos del pueblo están muy asustados con lo que pasó hoy. La violencia que cayó sobre estas dos personas pacíficas, indefensas, fue muy grande. No sabemos qué será de ellos y además nada podemos hacer por ayudarlos”.

Daily Rodríguez Pérez pide a todos los grupos de la Sociedad Civil de Cuba y los organismos de Derechos Humanos, que tomen nota sobre estos hechos y que se pronuncien. Que inicie una campaña por la inmediata liberación de estos dos luchadores pacíficos por la democracia de Cuba, que lo único que hicieron fue difundir las ideas del apóstol y sus reclamos por una Cuba libre y sin tiranos.

¿Es Cuba aún una sociedad estructuralmente racista?

El histórico racismo cubano se ha solapado durante la época castrista y sobrevive en una discriminación a la población de origen africano que en general es más pobre y menos educada


Ernesto Guevara, el Che, escribió en uno de sus diarios: «Los negros, esos magníficos ejemplares de la raza africana, han conservado la pureza racial gracias a su escasa inclinación al aseo… El negro es indolente y caprichoso, y se gasta el dinero en frivolidades». 

En esas palabras, que el argentino escribía antes de participar en la instalación de la dictadura comunista cubana, se condensa una realidad que el régimen de la isla siempre ha intentado esconder: el racismo en la revolución cubana.

Y hay hechos que prueban que el racismo en Cuba es estructural y además es sostenido institucionalmente por la tiranía comunista.

Un ejemplo es que a pesar de que se estima que la población cubana está integrada en un 60% por negros, los censos oficiales representan que el 65% de la población es blanca. El negro está condenado a no existir en Cuba.

La población negra en Cuba vive en las peores casas de la isla.

Raíz histórica

El racismo está arraigado en la isla desde la época en que era un centro para el tráfico de esclavos. Luego también fue un lugar que albergaba extensas plantaciones de caña trabajadas con mano de obra esclava.

Quintín Banderas, un héroe de las guerras de independencia, se ganó a pulso su ascenso hasta general. Pero una vez terminada la guerra terminó siendo un barrendero. Ser negro era un impedimento para ocupar una alta posición gubernamental.

Con la llegada de los Castro al poder las cosas no cambiaron. En un artículo escrito por el psicólogo cubano exiliado, Ramón Humberto Colás, se recogen algunos de los logros raciales del castrismo.

Los negros, sostiene Colás, viven una situación estructural de marginación en la isla.

Es la población de piel más oscura la que vive en las peores casas, la que representa a la mayoría de la población carcelaria y son los más señalados como responsables de actos delictivos.

En contraste, los negros cubanos son la minoría en las universidades, los que tienen menor acceso a moneda libremente convertible y los negros que tienen automóvil son minoría también.

La representación en la política de los descendientes de africanos en Cuba es mínima también. Son los menos en el cuerpo diplomático y son igualmente escasos en la alta directiva del Partido Comunista Cubano.

Pero cuando Fidel Castro emprendió sus aventuras bélicas en el continente africano, la mayoría de los soldados cubanos que fueron a morir lejos de su tierra, también eran negros.

La población descendiente de africanos en Cuba tiene menor acceso a las universidades.

Como a esclavos fugitivos

El pecado del negro disidente es mayor para la tiranía castrista. Se les trataba como a los esclavos fugitivos que cuando eran recapturados morían a latigazos como castigos, reflexiona Colás.

Así les pasó a los tres jóvenes cubanos mulatos ejecutados sumarialmente en abril de 2003 cuando intentaban huir a los Estados Unidos. En menos de una semana se les siguió un juicio que terminó con una condena a muerte que pretendía servir de escarmiento.

El mismo destino de muerte lo vivió el opositor negro Orlando Zapata, quién murió en medio de una huelga de hambre mientras era prisionero del régimen castrista.

Otros, como Guillermo Fariña, sufrieron el acoso policial del régimen comunista que cada tanto lo encarcela y lo persigue para evitar que se exprese libremente.

Ser negro en Cuba, es un agravante en cualquier circunstancia.

La situación, lejos de ser reconocida por el régimen, es estimulada y después de 60 años de revolución, el abierto racismo institucional en Cuba es un tema que sigue sin resolver.

«Con la salida de Raúl Castro, el naciente poscastrismo tendrá que decidir si mantiene esta línea que limita y condiciona el nivel de integración de los negros y mulatos en la sociedad de la isla. Hoy, siguen perteneciendo al estrato más pobre de la población y son además apartados del mundo que se crea lentamente para los blancos: una Cuba digitalizada, más abierta hacia el exterior, que utiliza divisas y experimenta con una actividad económica privada», escribió el ensayista francés Jean Francois Fogel, en un artículo sobre el tema para el New York Times.

Para Fogel, la revolución cubana no superó la herencia historia que mantiene a los negros lejos del poder.

«Este tono miedoso frente a la población negra ha estado siempre: durante los 57 años de República y también durante los sesenta años de Revolución. Con o sin un campo socialista, en una democracia representativa o en un régimen autoritario, la relación de Cuba con la población afrocubana ha sido excluyente», afirmó Fogel.

«Cuba nunca tuvo un sistema muy formalizado de segregación, pero la relación entre cubanos blancos y de color obedece a una regla tácita de convivencia conocida por todos. Tiene su punto de equilibrio en un lema heredado del colonialismo y que continúa vigente: “Juntos, pero no revueltos; cada cosa en su lugar”.

El censo de 2012 estableció en Cuba tres segmentos de población: blanco, negro y mulato, con 64,1 por ciento de blancos; 9,3 por ciento de negros y 26,6 por ciento de población mulata. Pero, en realidad, solo hay dos culturas: la de los blancos, en el poder político, y la de los otros.

Para el escritor Orlando Freire Santana, la propaganda castrista ha utilizado los episodios de tensiones raciales en Estados Unidos, como el reciente caso de la muerte del afroamericano George Floyd a manos de un policía blanco, para hacer ver que la sociedad norteamericana es estructuralmente racista.

«Un reciente artículo periodístico del poeta y ensayista Víctor Fowler se inscribe también en semejante enfoque. Después de opinar acerca de la imposibilidad del sistema imperante en Estados Unidos para no producir desigualdad, rabia y excrecencias, el articulista escribe que “en esta mirada, el racismo no es coyuntural ni episódico, sino estructural y continuado (bajo las más diversas formas), y más allá de la violencia puntual contra una persona afroamericana”, escribió Freire.

Sin embargo, la realidad es que «el castrismo prefiere ver la paja en el ojo ajeno y no la del suyo propio».

«Un racismo subjetivo también anida en la mente de muchos cubanos de hoy. Son los padres de una muchacha blanca que por nada del mundo acepta que su hija se case con un mestizo; o esos directores cubanos de cine o la televisión que a la hora de escoger a un galán jamás se fijan en un actor de piel negra».

«Lo anterior sin contar con evidencias no tan subjetivas que impactan en la Cuba de hoy, como el bajo número de mestizos como propietarios de negocios particulares; su mayoritaria presencia, en cambio, en las cárceles del país; o las ciudadelas y barrios marginales habitados mayormente por ciudadanos de piel oscura».

«Entonces, ¿por qué ver solo la paja en el ojo ajeno, y olvidar la del suyo propio?»

jueves, 25 de junio de 2020

ACLARANDO DUDAS Llama la atención, que quien se “sacrifica” subversivamente dentro de Cuba, rara vez, ve llegar el auxilio del “exilio”.

DEFINICIÓN DEDISIDENTE

En nuestro trabajo por responder a las interrogantes planteadas, citaremos algunos ejemplos, que nos permitirán ilustrar las afirmaciones. Aunque los casos son innumerables, evitaremos abusar de ellos.

Pero ¿qué significa ser disidente en Cuba? Veamos luego de su significado tres factores que caracterizan a los disidentes en la isla: el negocio, la cantidad y la calidad de sus integrantes.

Veamos a continuación algunas explicaciones sobre la palabra disidente, de tal manera que nos permitan formarnos un concepto más completo.

Dicho sencillamente, Disidente es quien diside. Disidir, por su parte, es separarse de una doctrina, creencia o conducta común. El concepto suele utilizarse con connotación política para nombrar a la persona que decide separarse de la comunidad o del partido del que formaba parte. El disidente deja de reconocer la legitimidad de la autoridad a la cual debía sometimiento.

Un disidente o grupo disidente, en un término general definido, es una persona u organización que, por diversas razones, está en desacuerdo con una política, doctrina o directriz establecida en un estado u organización, sea en lo político, religioso o institucional, que lleva a desacatarla y hasta desafiarla.

Uno de los usos más frecuentes del término aparece en los regímenes totalitarios para hacer referencia a aquellos que ejercen una oposición al sistema político y social imperante. Los disidentes suelen ser perseguidos, censurados, encarcelados, torturados e incluso fusilados por las autoridades.

Las consecuencias de la disidencia en ciertos países son brutales; pero, como en toda situación extrema provocada por el ser humano y su mala interpretación del concepto de libertad, surgen actos heroicos de personas que se atreven a enfrentarse a los grandes monstruos, poniendo en riesgo sus vidas para resolver problemas que afectan a toda una población, o al mundo entero.

Un concepto muy relacionado con la disidencia política es el derecho a la resistencia, el cual se reconoce a cualquier pueblo que se vea sometido a un gobierno no democrático (de origen ilegítimo).

La disidencia cubana es el conjunto de activistas cubanos opositores al régimen establecido en 1959 tras la Revolución cubana. Habitualmente han existido figuras individuales que mantenían una postura disidente, pero no ha sido hasta los años noventa, cuando estos ciudadanos se conformaron en grupos de oposición política al gobierno del país. Estos piden cambios en Cuba generalmente de manera pacífica. 

Varios de sus dirigentes y miembros han sido encarcelados en Cuba, acusados del delito de peligrosidad social, y han manifestado haber sido hostigados. Según este colectivo y diversas asociaciones, muchos de ellos fueron procesados por el hecho de ejercer su derecho a la libertad de expresión. Otros han optado por la opción de partir al exilio.

Los gobiernos de Fidel, Raúl Castro y Miguel Diaz-Canel acusan a los que están en el exilio de estar implicados en actos terroristas, y a los que se encuentran en el territorio nacional de ser "mercenarios del imperialismo estadounidense".

Surgen las preguntas: ¿Quiénes son los disidentes cubanos? ¿Cuál es el trabajo que realizan? ¿Qué motivaciones los llevan a disentir? ¿Cuál es la conducta del disidente?

Sobre la figura del disidente cubano, los grandes medios han creado una serie de falacias y han terminado invisibilizando y ocultando la realidad. De ahí que sea necesario abordar ese problema -el de la disidencia-, a partir de las investigaciones y no de los discursos periodísticos.

El negocio de la disidencia: 

¿En qué consiste el negocio? En que, quien se opone al Gobierno cubano, obtiene de parte de la Sección de Intereses de Norte América (SINA) en La Habana o de los grupos del “exilio” en Miami, un viaje o una recompensa económica en dólares o en especie: pero no todos tienen acceso a eso, hay quienes ni se enteran que su presidente resive ese dinero, y no resiben nada.

En este negocio existen los peces pequeños y los peces grandes (tiburones); los de los regalitos, son los primeros. Los nuevos ricos en Cuba. Llama la atención, que quien se “sacrifica” subversivamente dentro de Cuba, rara vez, ve llegar el auxilio del “exilio”. 

Santiago Echemendía Orsini, estuvo preso 17 años. Al referirse a su reclusión dice: 

“El presidio siempre ha constituido un punto para hacer política contra la Revolución. El gobierno norteamericano no tenía interés en sacarnos porque presos podíamos ser objeto de propaganda en contra de Cuba”. Y sobre el uso que hacen los grupos de Miami de ellos -en su condición de presos-, señala: “Un motivo para recoger dinero con el pretexto de realizar campañas con las que van a lograr nuestra libertad... Hay gente en Miami que tiene interés en que los presos no sean puestos en libertad. Eso no es ningún secreto. Pues nuestra prisión se convirtió en un negocio para esos señores. Nosotros tras las rejas y ellos sacando dólares a nuestro infortunio”.

Los presidentes de organizaciones muchos indomables, Y no me equivocó en el título, muchos se enriquecen su bolsillo y no ayudan a los miembros de su organizacion, porque en efecto se trata de gente silvestre y salvaje. Solamente se puede domar a los animales.

Estos que le roban a sus hermanos de luchas han superado en su “ferocidad” a los animales, porque, nadie los puede domar. Más bien, sucede un fenómeno inverso; aquellos indomables, tienen hoy, domesticado al “dócil”.

Pero no hay que confundir el ser mártir con la “ferocidad”. Esto de la indomabilidad tiene que ver más con la ignorancia, el odio, la ambición y el vandalismo. 

Los medios que en América Latina publicitan a los disidentes cubanos, se abstienen de hablar del negocio y del vandalismo de estos presidentes de algunas organizaciones. 

Yo particularmente, con anterioridad a principios del 2016 en una declaracion a la entrevista al periodista internacional Oscar Hansa, hable sobre este tema en particular, denucie estos actos ilicitos de mi presidente del movimiento en ese entonces, jamas ninguno de sus miembros en esos años que estube ahi resivimos la supuesta ayuda que se nos envia.

Esa gente nada tiene que ver con la política: “utilizan la situación política, pero no suelen ser activistas políticos.

Tipología de los disidentes:

Si pudiéramos hacer una breve tipología de la disidencia cubana tendríamos la siguiente:

1. El que se hace pasar por periodista independiente. En los últimos años ha aparecido en Cuba una gran cantidad de periodistas, sin siquiera haber estudiado periodismo.

2. El que se hace pasar por defensor de los derechos humanos. Si ha habido algo de lo que más se le ha acusado al Gobierno de Cuba ha sido sobre la situación de los derechos humanos. Pero la verdad es que casi no hay defensores, sino oportunistas. Aún así, existen en Cuba personajes disidentes que asumen la defensa de los derechos humanos, A LOS QUE YO LE LLAMO VERDADEROS DEFENSORES.

3. El que prefiere quedarse en Cuba y el que se va a miami a tomarse la coca cola del olvido, muchos se van porque tanta represion politica afecta su vida en general, a su familia a sus amigos y otros cuando resiben ese regalo y se van se toman la coca cola, ya toman la defensa de los derechos humanos como un cero a la izquierda y hay que ser realistas es pura verdad. Muchos oositores que se han ido han logrado lo que querian y dejaron de pensar en su pueblo, en eso por lo que una vez lucharon la libertad. 

De los que se quedan “disintiendo” muy pocos son defensores de los derechos humanos, tal vez muchos de ellos ni siquiera saben lo que significa derechos humanos. Y otros porque prefiere ser cabeza de ratón (en Cuba) antes que cola de león (en Miami). 

Como vimos al principio, ser disidente no era ningún delito. El disidente no aceptaba la autoridad o las leyes de la institución. Eran personas inconformes, que apostaban por algo distinto (se supone mejor). La persona disentía por voluntad propia; disentía porque estaba motivado por otros ideales o por otras creencias. Una actitud así era loable....

miércoles, 24 de junio de 2020

LOS CUBANOS NOS SUMAMOS A ´´ UN MINUTO SIN OXIGENO´´

Ecos de homenajes a George Floyd sacan a relucir situación de presos políticos cubanos y el pueblo en general (UN MINUTO SIN OXIGENO). Los cubanos llevamos sin oxigeno ya 60 años.

Luis Manuel Otero Alcántara, líder del Movimiento San Isidro en La Habana, invita a la convocatoria “Sube tu video #UnMinutoSinOxigenoPorFloyd”.

“La vida de George Floyd se fue apagando durante ocho minutos y 46 segundos, cuando en un solo minuto todo puede cambiar”, “Un minuto te salva. Un minuto te mata. Un minuto te une. Un minuto te conecta. Un minuto te hace libre. Un minuto sin respirar. Un minuto sin oxígeno. Un minuto negro”.

“Cuban Lives Matter”, Las Vidas Cubanas Importan por Todos los cubanos que desde su lucha y/o su corazón buscan y quieren la verdadera libertad de nuestra Cuba´´ 

Solidaridad con las comunidades afrodescendientes y/o negras en Estados Unidos, Cuba y el resto de América Latina y el Caribe
Con mezcla de profundo dolor e impotencia hemos sido testigos en los últimos días del asesinato del estadounidense George Floyd a manos de un miembro del cuerpo policial del estado de Minnesota y también de las subsiguientes manifestaciones de descontento y desobediencia civil protagonizadas por manifestantes en todo el país. Vaya nuestra mayor muestra de condolencia y amor para los familiares y amigos de Floyd y en general para aquell@s miembr@s de las comunidades afrodescendientes y/o negras que han perdido sus vidas en condiciones de abuso policial semejantes, perpetradas esas en diferentes países de las Américas.

Una vez expresados nuestro dolor y empatía, queremos hacer un llamado a tod@s l@s cuban@s que, tanto en Cuba como en la diáspora, nos identificamos como antirracistas para que mostremos nuestro apoyo incondicional a quienes por su visible herencia africana han estado y siguen estando sometidos a crímenes y demonizaciones simbólicas y deshumanizantes.

Desmarcados de toda narrativa que intente relativizar la incontestable injusticia que el asesinato de Floyd supone, deseamos mostrar aquí nuestra voluntad para trabajar con l@s herman@s negr@s en la isla y más allá de sus fronteras para aprender con ell@s, de ell@s, cuáles serían las más efectivas vías para eliminar prejuicios, prácticas y estructuras que nos ayuden a conseguir espacios de convivencia definitivamente armónicos y equitativos.

Atendiendo con humildad y ojo avizor a lo que sucede en los Estados Unidos hoy, nos ponemos a total disposición de activistas y procuradores de afroconciencias que existen ahora mismo tanto en Cuba como en sus espacios transnacionales. Pensar al país en términos democráticos y diversos contiene la demanda inmediata de iniciar estas difíciles conversaciones con las comunidades negras, tan largamente marginadas y hasta hoy abusadas policial e institucionalmente.

Serán conversaciones difíciles porque les adeudamos empoderamientos factuales y la instauración definitiva de un imaginario que no l@s mire y represente desde cotos de jerarquía colonial. Difíciles también porque habría que asumir que nuestra labor sería la del escucha y nunca la del dictaminador. Usar nuestros privilegios en función de una reestructuración profunda de la sociedad es trabajo de tod@s. Para Cuba y sus actores en la sociedad civil esta no es tarea de futuro sino del presente.

Lejos estamos, tal y como ha quedado establecido en el debate público de estos días, de entender la complejidad de la herida que los procesos de colonización y esclavitud han dejado tras de sí en las Américas. Lejos de empatizar sin poner condicionantes previas y hacer denuncias frívolas, acaso falsas, sobre lo que sucede hoy en Estados Unidos. Hay un histórico y conveniente malentendido en el que asumimos que las narrativas de gloria de l@s afrodescendientes en las Américas solo pertenecen al ámbito de la cultura o los deportes y que corresponde al resto de sus conciudadanos consumirlas acríticamente; mientras que a la par sus actos de desobediencia pasan de inmediato al mundo de lo criminalizado y por ende punible.

La imagen de un grupo de mujeres caucásico-descendientes haciendo de sus cuerpos una barrera para que la policía en Louisville no pudiera reprimir a los manifestantes el pasado jueves 28 de mayo es lección aprendida en Selma cuando el nunca olvidado Martin Luther King Jr. en 1965, mientras marchaba a Montgomery, se dejó acompañar por activistas y periodistas blancos para que los primeros golpes que asestara la policía local cayeran sobre sus cuerpos.

Como Estados Unidos, Cuba es un país multiétnico y, de un modo u otro, nos reconocemos como hij@s del cañaveral, de una economía y un orden social que nos puso a algunos a cortar las cañas y a otros a dar los latigazos para que esas cañas fueran cortadas. Pero somos también hij@s de la mezcla entre ambos. Corre por nuestra sangre la del esclavo y la del mayoral. Toca entonces y ahora mismo definir, a cuál de nuestros ancestros queremos socorrer. Acaso a ambos; solo que a uno debemos pararle la mano para que no golpee más mientras que al otro urge, sin preguntas o condiciones, dejarle respirar.


martes, 23 de junio de 2020

Pastor cubano irá a juicio; líderes apostólicos denuncian incremento de represión

Evangelistas en Sancti Spíritus siguen el culto bajo la dirección del pastor Yasser Caraballoso. (Facebook)
En medio de la crisis sanitaria por el coronavirus y la escasez de alimentos en el país, las Iglesias Apostólicas se dieron a la tarea de suministrar, con sus propios recursos, raciones de comida a los más necesitados en sus comunidades, lo que ha provocado más hostigamiento por parte de las instituciones oficiales, denuncian pastores entrevistados por Radio Martí.

El viernes fue detenido en Cabaiguán, el pastor espirituano Yasser Caraballo, quien también es cuentapropista, con licencia de criador de ganado porcino.

Este lunes en la tarde fue liberado bajo fianza y será llevado a juicio por el delito de receptación, así lo informó el propio Caraballo a través del director del Instituto Patmos, el pastor bautista Mario Félix Lleonart.



“Pusieron 1.000 pesos de fianza y pendiente un juicio porque se me acusa del delito de receptación por el simple hecho de comprar 100 sacos de maíz a un campesino”, explicó el pastor.
Las autoridades le decomisaron el maíz y lo forzaron a vender algunos puercos “a cuatro pesos la libra”, añadió.

El líder del Ministerio Internacional Sendas de Justicia, el apóstol Alaín Toledano, destaca el que el delito de Caraballo es haber alimentado a su comunidad con sus propios recursos en medio de la crisis.
“Ahora, en la cuarentena, muchos de sus puercos Yasser los sacrificó y le dio a la gente necesitada en su ciudad”, afirmó Toledano.
Yoel Demetrio, quien preside la Iglesia Misionera de Cuba en Las Tunas, cuenta que ellos tienen un compromiso social, a pesar de la resistencia de las autoridades, quienes responden con más persecución.
“Pudimos asistir a personas que estaban desvalidos. Ellos (las autoridades) lo que no quieren es la membresía de la Iglesia, porque la Iglesia reúne más personas que los CDR (el órgano de vigilancia del régimen, Comités de Defensa de la Revolución), más personas que la federación (la oficialista Federación de Mujeres Cubanas)”, señaló Demetrio.
También en el territorio tunero, Mario Jorge Travieso, líder del Ministerio Viento Recio, afirma que, desde antes del coronavirus, ellos reparten ayuda a los más vulnerables, labor que la policía política califica de oposición al gobierno.
"Estamos en un momento difícil en los alimentos, y la Iglesia está aportando lo que puede", subrayó. Con la represión en respuesta a esta ayuda, el régimen cubano "está dando una panorámica de lo que realmente es, que estamos en una dictadura", concluyó Travieso.
En Santiago de Cuba, Toledano cataloga de “Maquinaria de Maldad” la estrategia de la Seguridad del Estado contra su ministerio. "Toda la gente cercana a nosotros está recibiendo ataques directos de la Seguridad del Estado, tanto en la Iglesia local como en la que tenemos [a nivel] nacional", afirmó.
La Organización Solidaridad Cristiana Mundial, el Instituto Patmos y líderes religiosos en la isla han denunciado que el Partido Comunista de Cuba, a través de su Oficina de Asuntos Religiosos y el Ministerio de Justicia, controlan la mayoría de los aspectos de la vida religiosa en la isla.
El régimen cubano continuó usando amenazas, detenciones, violencia y otras tácticas coercitivas para restringir a ciertos grupos religiosos y las actividades de sus líderes y seguidores, expresa igualmente el Departamento de Estado de EEUU en su Reporte Internacional de Libertad Religiosa correspondiente a 2019.

lunes, 22 de junio de 2020

Black lives matter: Las vidas negras importan en todos los rincones del planeta

Desde nuestro Movimiento -Muddh- nos sumamos a la ola global de solidaridad y denuncia como consecuencia del asesinato de George Floyd en Minnesota, Estados Unidos, tras un nuevo episodio de abuso y racismo policial.

El racismo institucional ha vuelto a golpear a la sociedad estadounidense. Un país en el que la población negra tiene el doble de posibilidades de vivir en situación de pobreza, de morir en enfrentamientos con la policía y de tasa de mortalidad infantil que la población blanca. El asesinato de Floyd ha sido la gota que ha colmado el vaso ante el racismo estructural, la impunidad y el racismo policial.

Esta nueva toma de conciencia colectiva ante el grito desesperado de quienes no pueden soportar más ha de servir para luchar contra el racismo en todas sus formas y en todas las sociedades. No es suficiente quedarse en la prohibición formal de cualquier forma de discriminación por motivos raciales o étnicos: debemos actuar hacia la educación en igualdad, hacia valores de convivencia pacífica, respeto de las diversidades y defensa de los Derechos Humanos, profundizar en políticas públicas y acciones individuales y colectivas encaminadas a conseguir una sociedad verdaderamente justa e inclusiva que erradique por completo cualquier actitud racista desde la base.

Porque el racismo estructural que se esta viendo en Estados Unidos es el mismo que provoca el auge de los discursos xenófobos en la Unión Europea, las muertes y el sufrimiento de miles de personas en el Mediterráneo y en las fronteras europeas a las que llegan huyendo de sus hogares y a las que el viejo continente les cierra la puerta.

Black lives matter, las vidas negras importan, tiene que convertirse en un grito colectivo mundial y una máxima para cualquier persona y sociedad que aspira a ser justa e igualitaria. Las vidas negras importan en Minnesota, en Ceuta, en Melilla, en Lampedusa, en Moria y en todos los rincones del planeta.

domingo, 14 de junio de 2020

Violencia de género en tiempos de coronavirus

Las mujeres nunca han salido ganando de los tiempos difíciles, en épocas de guerras, de hambrunas.


*Todos los nombres que aparecen en el relato son ficticios para mantener el anonimato, preservando así la intimidad tanto de las usuarias como de la abogada de atención a víctimas de violencia de género, que narra la historia.

 Llevo días intentando contactar con María, es de las que más me preocupa, y la última llamada me la ha cortado, otras veces no responde, y en alguna ocasión me salta el "apagado o fuera de cobertura". Es cierto que al principio la llamaba desde número oculto, pero las últimas veces lo hice desde mi móvil personal. Hoy por fin me ha devuelto la llamada.
—Hola, ¿quién eres?
—Ana, del Servicio de Atención a la Mujer.
—Ya, me lo imaginaba…Te agradezco la llamada, pero no te preocupes. Yo estoy bien, ¿sabes? Me porto bien y hago todo lo que me pide, casi no hablo por teléfono… Él está tranquilo, ahora ha bajado a la compra. Como me tiene aquí todo el día, no se mosquea, y voy tirando.
—Bueno, pero esto va a durar María, acuérdate de todo lo que hablamos, si quieres podemos sacarte de ahí, tenemos una casa de acogida, lo sabes.
—No, no te preocupes, yo no tengo miedo, y ahora en esta situación no es plan. Está mi hijo, y además el tema económico. Mira, de momento vamos a dejarlo así, y no me llames, que a veces me revisa el teléfono. Si te necesito te llamo, de verdad. Y gracias.
Ahí me quedé, con mi angustia y con la suya, sobrecogida ante el terrible escenario que me había perfilado en la breve conversación.

Nos estamos topando con una realidad desconocida para una gran parte de la población: la capacidad de adaptación al medio que desarrollan las mujeres, su resiliencia

Así cuando todo el mundo esperaba un repunte inmediato de asesinatos y agresiones de mayor o menor entidad, nos estamos topando con una realidad desconocida para una gran parte de la población: la capacidad de adaptación al medio que desarrollan las mujeres, su resiliencia. La gravedad de la situación las ha obligado a replantearse las prioridades, y desde luego ellas no lo son nunca, y menos ahora.
La salud, la situación económica, la familia, la prole, las personas mayores y dependientes se anteponen siempre a su bienestar. El confinamiento en un espacio reducido con peques correteando por doquier y la amenaza latente de un paro forzoso sine díe, se suman a la lista de problemas de envergadura a solucionar. Desde luego que las necesidades de María, Sandra, Francisca y tantas otras no son ellas ni su propia supervivencia, ellas se relegan, se diluyen y desaparecen una vez más.
La resignación con la que viven la situación es demoledora: no hay peligro, seremos sumisas, obedientes, indulgentes, no hablaremos con nadie y estaremos dispuestas a la complacencia. El resto, el aislamiento, viene de fuera, impuesto por Real Decreto. La tormenta perfecta para el machismo, la emergencia ha sido desactivada.
No es necesaria la violencia, porque ellas en estos momentos no piensan en la separación, en la ruptura, al menos no la verbalizan. Ellos no se sienten amenazados, las tienen bajo vigilancia permanente, saben que no hay otro, que no hay nadie más, ni familia, ni amistades, ni compañeros de trabajo y relajan así la necesidad de control. A ver cómo y cuánto soportan en estas condiciones, esperemos que el aislamiento no sea demasiado largo, porque algunas no resistirán.

No es necesaria la violencia, porque ellas en estos momentos no piensan en la separación, en la ruptura, al menos no la verbalizan

Desde que se decretó el Estado de Alarma la tarea fundamental que la Red de Atención a Mujeres Víctimas de Violencia de Género lleva a cabo es el seguimiento de las usuarias, que en mayor o menor medida sufren esta violencia. En el Servicio de Atención a Mujeres prestamos asesoramiento legal y apoyo psicosocial a todo tipo de mujeres que sufren todo tipo de violencia y cada caso es único, cada mujer te relata su historia tan particular y personal como ella misma.
Las conocidas y controladas, las que tienen ya una orden de protección o una sentencia condenatoria con medida de alejamiento son las que han atravesado el largo camino hacia la recuperación de su autoestima. Han pasado por un calvario: el maltrato, la violencia. A veces han sufrido el infierno del proceso penal, la revictimización en sede policial y judicial, y ahora enfrentan su nuevo estatus: víctimas oficiales de violencia de género.
Esta nueva situación les confiere, al menos durante la vigencia de las medidas de alejamiento y no comunicación, una seguridad presuntamente garantizada por la policía, pero es un hecho que la vigilancia y los seguimientos no son infalibles, y el miedo de las víctimas se intensifica dependiendo de la peculiar casuística de cada una de ellas.
Recuerdo a Sandra, que llama temprano, está inquieta porque acaban de comunicarle que su agresor saldrá de prisión el próximo 14 de abril, pese a que la condena de alejamiento y no comunicación tiene una vigencia de dos años, ella teme que al salir de la cárcel, se persone en su casa.
—Sé que vendrá, lo conozco y no me va a perdonar que lo metiera en prisión. Lo sé, lo ha jurado muchas veces, me va a matar.
—No te preocupes, ahora no sabe dónde vives, y además, Sandra, tú no lo has metido en prisión, fue un juez quien dictó una condena de privación de libertad por las lesiones que él te causó. Que casi te mata.
—Ya, eso es lo que dices tú, pero él piensa que yo soy la responsable de que él esté en la cárcel y va a venir a por mí.
De nuevo la angustia. Me invade la inquietud y el desvelo, porque es posible que la realidad sea su pensamiento y no el mío. Le tramitamos un dispositivo de seguridad (teleasistencia gestionada por Cruz Roja) hablamos con la policía, con su abogada. Toda precaución es poca. Quizás el confinamiento en esta ocasión se convierta en un aliado, que frene los movimientos de quien busca venganza.

Las decisiones aplazadas

También están las que, como María, sufren y padecen este brutal confinamiento con su maltratador, 24 horas al día, solas o con hijos, convencidas o no de dar el paso, de denunciar, tal vez de iniciar un divorcio. Con ellas trabajábamos en este sentido, antes de la pandemia que ahora sufrimos. La psicóloga trataba de evidenciarles el maltrato, enfrentarlas a su realidad. Nunca es sencillo y se precisa tiempo.
Actualmente, debido al confinamiento, las perdemos, se interrumpe la terapia, el trato cercano, la charla amistosa, la confianza ganada. Todo ello queda ahora muy lejos y es tiempo de incertidumbre. La violencia rebaja su nivel, ya no es necesaria, no es preciso atemorizar, ellas mismas han claudicado, al menos temporalmente, de iniciar batalla alguna. La ruptura es ahora secundaria, el maltrato, ya conocido e interiorizado, es más asumido que nunca.

La ruptura es ahora secundaria, el maltrato, ya conocido e interiorizado, es más asumido que nunca

Con Rocío hablo por las tardes, su marido trabaja y es entonces cuando puede desahogarse. A ella el confinamiento la ha pillado en pleno divorcio, en principio amistoso, fue todo lo que conseguimos porque nunca quiso denunciar, pese al maltrato incluso físico que lleva años soportando. Sus dos niñas son su bien más preciado y el miedo a perderlas que él se encarga de infundirle, su mayor pesadilla.
—¿Cómo vas?, cuéntame.
—Bueno, pues no muy mal. Hemos hablado y él quiere que nos demos un tiempo, quiere que lo paremos todo, que las cosas van a cambiar, me dice.
—¿Cuántas veces te ha prometido lo mismo, Rocío?
—Ya lo sé. A estas alturas no confío en cambios, pero necesito un poco de tiempo, las niñas son muy pequeñas. Nunca les he hablado mal de su padre, no lo entenderían. Además, estos días está muy bien con ellas, es cariñoso y parece que hasta tiene paciencia.
Noelia, la hija pequeña de Rocío, tiene 6 años, reproduce conductas violentas hacia su madre y en el colegio ya han detectado problemas de socialización. Ella es consciente de la situación, pero incapaz de abordarla, ha aplazado su decisión. Sabe cómo actuar para conseguir que él se calme en la confianza de que nada va a suceder, ahora él está a salvo, la tiene a ella que es su soporte vital, y ella tiene tanto miedo que ha claudicado.

Las desconocidas, a las que no llegamos

Las anónimas, las que nunca se han acercado a consultar, las que ni ellas mismas se perciben como víctimas, las olvidadas, las excluidas del sistema, la multitud silenciosa (de las que no hablan las estadísticas) constituyen un peligro potencial imposible de predecir.
Son aquellas víctimas de las que los titulares de prensa tras un asesinato destacan en negrilla: “Nunca había presentado denuncia”, “Delegación de Gobierno no tiene constancia ni registro de malos tratos anteriores”. Están fuera del sistema, fuera de control, a ellas no llegan los recursos, no llegamos.
Son las mujeres que sufren y padecen violencia y no lo cuentan ni lo comparten, están aisladas, muchas de ellas no rompen porque no pueden hacerlo solas, necesitan empuje para dar el paso, apoyo, y por qué no decirlo, cariño y empatía, sobre todo mucho de esto último, necesitan ser creídas, no juzgadas. Se avergüenzan de su situación, de consentir, de no tener valor para salir corriendo, que en realidad es lo que demanda la sociedad. Sienten miedo de su propia familia, la reprobación, el reproche. Y así siguen perdidas, enganchadas en relaciones letales sin encontrar la salida.
Ellas son nuestra asignatura pendiente, y serán ellas las víctimas más propicias y donde se cebe el mayor número de casos del esperado repunte.
Las mujeres nunca han salido ganando de los tiempos difíciles, en épocas de guerras, de hambrunas. Muy al contrario ellas siempre se han llevado la peor parte. Sin duda ahora ocurrirá lo mismo, y cuando todo esto pase, las escucharemos a ellas y sus relatos nos ofrecerán la radiografía de la tragedia. Entonces podremos tomar conciencia de la magnitud de su desolación, porque en tiempos de pandemia las mujeres diluyen su drama individual en la tragedia colectiva.
Así se nos presenta la violencia de género en tiempos del coronavirus: inquietante.