jueves, 3 de mayo de 2018

Díaz-Canel: el presidente que dejó atrás el apellido Castro en Cuba

El nuevo presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, dijo tras jurar su cargo que dará continuidad a la revolución que inauguró casi seis décadas de gobierno comunista en la isla; Raúl Castro se mantiene en poder del partido.

Miguel Díaz-Canel es el presidente de Cuba que quiere cambiar la historia, pero no la revolución. Desde que ocurrió la Revolución Cubana, es el primer hombre sin el apellido Castro en gobernar la isla en casi seis décadas y también podría convertirse en unos años en el primer secretario del Partido Comunista cubano.
El nuevo presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, dijo tras jurar su cargo que dará continuidad a la revolución que inauguró casi seis décadas de gobierno comunista en la isla.
En su primer discurso como presidente, dejó claro que Raúl Castro, que se mantiene como jefe del Partido Comunista, seguirá a la vanguardia política de Cuba y que la estrategia diplomática del país se mantendrá inalterable.
“Entre muchas razones, el mandato dado por el pueblo a esta legislatura es la de dar continuidad a la revolución cubana en un momento histórico crucial”, dijo al Parlamento.
Díaz-Canel, que cumplirá el viernes 58 años, destacó que el país debe avanzar en la actualización del modelo económico y social, pero sin espacio para los que aspiran a una restauración capitalista.
Castro, hermano del fallecido Fidel, abandona la presidencia a los 86 años después una década en el cargo. Díaz-Canel, de 57 años, se había desempeñado como su primer vicepresidente en el último lustro.
Díaz-Canel asumió el jueves como presidente de Cuba, pero su antecesor se mantendrá los próximos tres años como jefe del partido único.
“Cuando yo falte Díaz-Canel puede asumir también como primer secretario del Partido Comunista de Cuba”, dijo Castro
Al canoso Díaz-Canel, un ingeniero electrónico que abraza la tecnología, se le ve como liberal en lo social, pero también es considerado una apuesta segura para suceder a la histórica generación que luchó en la revolución de 1959 y que ya se está retirando.
El próximo presidente se ha mostrado más en sintonía con los tiempos que corren, pero no alimenta demasiadas esperanzas de generar un cambio político profundo en Cuba.
Muchos cubanos, frustrados por el lento ritmo de la mejora económica con Raúl Castro, esperan que Díaz-Canel esté esperando su momento para tomar las decisiones. Sin embargo, el dirigente comunista será probablemente cauto, al menos al principio, para consolidar su apoyo entre los conservadores.
Todos estamos acostumbrados a los Castro, y los sigo, me gustan sus ideales, pero siempre uno necesita nuevos pensamientos. Tenemos 20 años de estancamiento en desarrollo económico y tecnológico”, dijo Natalie Seijo, estudiante universitaria.
El renovador
Raúl Castro generó un cambio radical al descongelar las relaciones con Estados Unidos por primera vez desde que los rebeldes liderados por su hermano derrocaron a un dictador apoyado por Washington, y al realizar cautelosas reformas de mercado a una de las últimas economías de estilo soviético.
Nuevo presidente cubano: ¿líder de un cambio o títere de Castro?
Pero con la economía sufriendo por la crisis en su aliada Venezuela y las relaciones con Estados Unidos tensas bajo la presidencia de Donald Trump, algunos cubanos son pesimistas sobre la posibilidad de una mejora en sus vidas y se sienten inquietos por lo que está por venir.
“El futuro nuestro ni lo sabemos ahora mismo”, dijo Adriana Valdivia, de 45 años y profesora en La Habana. “Termina Raúl y Fidel es historia”.
“No veo una salida para que los cubanos mejoren. Los salarios son los mismos y no alcanzan. Y ahora (Donald) Trump aprieta tuercas con el bloqueo, imagínese”, dijo Valdivia, quien gana alrededor de 24 dólares por mes.
El próximo presidente debería “aumentar la velocidad del cambio en Cuba mientras mantiene las cosas buenas”, dijo el bloguero Harold Cárdenas, de 32 años, quien agregó que la resistencia a las reformas económicas introducidas por Raúl Castro ha frenado al país.
¿Nuevas ideas?
Si bien la asamblea promoverá un liderazgo más joven, Castro y otros líderes de la revolución retendrán el poder a través de su control sobre el Partido Comunista.
“Cuba está cambiando, pero no espero cambios dramáticos mientras los líderes revolucionarios sigan ocupando puestos clave en el gobierno”, dijo el senador estadounidense Patrick Leahy, quien se reunió con Castro y Díaz-Canel.
“Después de eso, una nueva generación puede tener otras ideas”, agregó.
Es improbable que Díaz-Canel ponga en juego el gobierno de partido único y muchos cubanos se sienten distantes de la política y prefieren centrarse en llegar a fin de mes con las limitadas oportunidades económicas que se abrieron cuando Castro permitió crear más empresas pequeñas en los últimos años.
“La política no es mi fuerte”, dijo Diadenis Sanabria, de 34 años, que trabaja en un restaurante estatal en el distrito Vedado de La Habana. “Pero pienso que el cambio de jefe no me cambia la vida”.
¿Quién es realmente Díaz Canel? Aunque la mayoría de los cubanos lo consideran "el elegido” para esta nueva etapa, Díaz Canel ha ido demostrando en los dos últimos años que está dispuesto a servir al castrismo con una fidelidad absoluta. Con 57 años, su porte atlético y un muy estudiado histrionismo en los momentos en que se acerca a la gente, sobre este antiguo profesor universitario muchos cubanos dicen que "es un tipo chévere”, "que es un hombre amantísimo con su esposa Lis Cuesta”, "que hasta se toma traguitos de ron con la gente simple del pueblo”, e incluso que, a tono de las últimas modas deportivas en Cuba, "fue quien decidió trasmitir los partidos de futbol en vivo en la televisión” y que "es fanático del Barça”. Para otros muchos cubanos, sin embargo, es sólo una figuras decorativa en una estructura ideológica y política que, aseguran, continuará la herencia de Fidel y Raúl.
Curiosamente, Raúl saldrá de la presidencia el 19 de abril, fecha histórica para la isla, pues fue ese día la derrota de la invasión por Bahía de Cochinos, en 1961, considerada por el gobierno cubano como la "Primera Derrota del Imperialismo en América”. Pero esa fecha será también hsitórica para Díaz Canel, ya que cumplirá 58 años el 20 de abril, ya convertido en el primer presidente de la que todos los analistas consideran "la era neocastrista”.
Sus metas como futuro presidente son mantener la mano dura, la ausencia de diálogo con la oposición y la táctica de enfrentamiento con Estados Unidos que caracterizó el mandato de Fidel Castro. 
Curiosamente, Raúl saldrá de la presidencia el 19 de abril, fecha histórica para la isla, pues fue ese día la derrota de la invasión por Bahía de Cochinos, en 1961, considerada por el gobierno cubano como la "Primera Derrota del Imperialismo en América”. Pero esa fecha será también hsitórica para Díaz Canel, ya que cumplirá 58 años el 20 de abril, ya convertido en el primer presidente de la que todos los analistas consideran "la era neocastrista”.
Díaz Canel y el neocastrismo. La ideología del neocastrismo es el dinero. Sin embargo, durante su consolidación en la "era raulista”, han simulado un apego fanático a la ideología del "fidelismo” y, dando una marcha atrás a varias de las más importantes "aperturas” con las que Raúl Castro intentó maquillar la cara negra de la Revolución ante el mundo, han utilizado las estrategias represivas y propagandísticas tradicionales del castrismo como plataforma para mantener el apoyo de los sectores más conservadores del gobierno y de los partidarios fidelistas en el pueblo.
Una pieza elemental en esa nueva estrategia ha sido la figura de Díaz Canel en sus funciones de vicepresidente, cargo al que ascendió por su cercanía a Raúl en una meteórica carrera que lo llevó de ser segundo secretario de la Unión de Jóvenes Comunistas en 1990 a Primer Secretario del Partido en Villa Clara (1994) y Holguín (2003); de allí, a Ministro de Educación Superior en 2009, y a la vicepresidencia en 2013. Su actuación y sus discursos en los últimos tiempos muestran que, consolidada ya la sucesión de los neocastristas a los que él sirve, sus metas como futuro presidente son mantener la mano dura, la ausencia de diálogo con la oposición y la táctica de enfrentamiento con Estados Unidos que caracterizó el mandato de Fidel Castro. 
Con información de Reuters.