viernes, 17 de marzo de 2017

EL PRESIDIO, 50 AÑOS DESPUÉS

El 23 de marzo se cumplen 50 años del cierre del Reclusorio Nacional de Isla de Pinos. Cinco décadas no han logrado borrar de la memoria las experiencias de los sobrevivientes de más de 15,000 prisioneros políticos que entre 1959-1967 poblaron circulares, edificios, pabellones, celdas de castigo y campos de trabajo forzado.
El próximo 26 retendremos el presidio. Quizás sea nuestro último gran encuentro bajo la simbólica carpa de las Circulares, en consecuencia Ramiro Gómez Barrueco está preparando una antología de Presidio, testimonios y anécdotas, experiencias inolvidables.
Durante esos años la mayoría de los reclusos sufrieron severas palizas. La alimentación nunca superó los niveles de sobrevivencia, condiciones de vida precarias y jornadas de trabajo que se extendían por doce y catorce horas, según estuviera el odio como instrumento de lucha en las mentes de los esbirros al servicio de la tiranía.
Memoria, que no significa odios ni venganzas, sino una clara consciencia de que el sadismo criminal de los victimarios de oficio no debe quedar impune. Ningún gobernante o torturador de vocación debe saciarse sobre ciudadanos indefensos.
El reclusorio nacional fue clausurado porque la dictadura fracasó en sus propósitos de lograr por medio del trabajo esclavo, y la violencia entronizada en el Plan de Trabajo Camilo Cienfuegos, la rehabilitación política de los millares de hombres que tenía en esa prisión.
El régimen cerró el Presidio porque se percató que la represión en vez de lograr sus objetivos de “reeducar”, a los presos, los reafirmaba en sus convicciones y en cierta medida los alentaba a pasar de la resistencia pasiva ante golpes, bayonetazos y asesinatos, a una resistencia activa que podía escaparse del control de la guarnición.
No se pretende sugerir que el régimen actuó por miedo, no, simplemente, como generadores de violencia, tenían conciencia que el terror tiene que ser controlado para lograr los objetivos deseados.
También se hace esta evocación porque los prisioneros políticos están orgullosos de haber estado encarcelados por una de las causas más justas en la historia de la nación. Acontecimiento que por intensidad y extensión tiene caracteres distintos a otras gestas realizadas por el pueblo cubano sin que esto implique que el haber estado encerrados otorga derechos y privilegios, lo contrario, la prisión es fuente de mayores deberes para los que transitaron por ella.
El presidio fue y es expresión genuina del carácter nacional. Plural en pensamiento político, amplio en creencias religiosas, mosaico de razas y reflejo del espectro social.
El presidio fue contradictorio y coherente. Los orígenes y compromisos políticos de los que lo integraron confrontaban o coincidían con los que se estrenaban en esos avatares.
En aquella cárcel poesía y epopeya se confundían y todavía hoy, a pesar de casi seis décadas de totalitarismo, hombres y mujeres continúan escribiendo en las paredes de nuevas y viejas prisiones.
En presidio la muerte estaba al acecho, era una eterna, fiel y asexual compañera lo mismo cuando dinamitaron las circulares, en el Plan de Trabajo, o la reclusión solitaria
La muerte o la invalidez atacaban sin piedad ni aviso. La bayoneta, el disparo alevoso o la enfermedad no tratada, dejó a muchos entre las rejas. El suicidio fue para algunos la razón en aquella locura interminable. La demencia apagó inteligencias y sesgó espíritus. La batalla fue dura, aun así continúa.
Impresos en la memoria están esbirros como Campeón y Brazo de Oro. Pensar en ellos y sus iguales reedita requisas, hambre desesperada, desnudez contestaría, la abyecta mojonera, trabajo esclavo, dinamita, mutilación y muerte.
Aquello permanece con nosotros y dentro de nosotros.
Presente la ternura perdida. La juventud que se fue a galope. Las arrugas y las canas, la vejez que al trote se apoderaba de todos.
De las playas y fiestas que no conocimos. De las novias y esposas que fueron fieles hasta el final, pero también de las que vencidas por el dolor y el largo andar, tomaron otro rumbo.
Cuantas pasiones mordimos con las piernas y los dientes. Cuantos no tuvieron hijos, porque al cumplir con su deber se marchitó su cuerpo. Todo eso, junto a los muertos, locos y lisiados, integran el inmenso tributo que los presos políticos, hombres y mujeres, han rendido a Cuba.
Muchos están cansados. Se encuentran en las fronteras de la frustración y decepción, pero como dijo Manuel Villanueva, hay que subir la montaña, y encontrarnos en la cima.
Es un deber vencer ese agotamiento como se hizo individual y colectivamente en Presidio. Los compromisos no se cancelan en la derrota sino en la victoria y los deberes nunca deben ser desechados como trapos viejos, menos, si los criminales no han pagado su deuda.

jueves, 22 de septiembre de 2016

CUBA, VENEZUELA Y EL TRABAJO COMO CASTIGO

Aunque hasta ahora no se ha puesto en práctica, existe en Venezuela una resolución, la 9855, estableciendo el trabajo obligatorio en labores agrícolas. Esta medida confirma que los regímenes de extrema izquierda van a la vanguardia en estas disposiciones que tienen como propósito someter a los opositores. En Cuba ha sido una rutina sistemática, al igual que en Corea del Norte.
El trabajo como castigo, acoso y represalia, pretende doblegar a aquellos que resultan desafectos a un sistema político y social. Es un arbitrario intento para acallar las voces libres y desafiantes. Por ello, estos métodos degradantes y crueles adquieren ribetes más despreciables cuando se emplean contra personas por sus ideas y posiciones políticas o religiosas.
Ya en el primer libro de la Biblia, el Génesis, se alude al trabajo como castigo: “Ganarás el pan con el sudor de tu frente”. El nazismo les advertía a los judíos que entraban al campo de concentración de Auschwitz: “El trabajo os hará libre”.
En Cuba, también hubo un lema sobre el trabajo: “El trabajo los hará hombres”, desplegado a la entrada de uno de los campamentos de las Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP), donde fueron encerrados, sometidos y obligados a trabajar agotadoras jornadas, miles de desafectos al régimen castrista, homosexuales y religiosos, a mediados de los años 1960.
El reciente caso de Venezuela no deja de asombrar. Es muy inquietante que en pleno siglo XXI se dicte una resolución exigiendo a los empleados públicos trabajar en la agricultura y otras labores encaminadas a la producción de alimentos de manera obligatoria, “por el lapso de 60 días, prorrogables por igual tiempo si las circunstancias lo ameritan”, como indica el inciso décimo primero del decreto del gobierno de Nicolás Maduro.
El político y periodista venezolano Alexis Ortiz señala que: “Seguramente muchos de los empleados públicos que piensa Maduro mandar a trabajar como esclavos, fueron de los que firmaron pidiendo el revocatorio. Es una clara manera de castigarlos”. Luego añade: “De cualquier manera, la medida aparte de absurda y demagógica, es impracticable. No lo podrán implantar, ni siquiera con represión, como ocurrió en Cuba”.

EL ESTIGMA DE LA LETRA ‘R’

En Cuba el trabajo como castigo, no se contemplaba en las leyes durante la República, aunque sí se empleó durante la colonia, siendo José Martí el más representativo de esos presos políticos, al ser condenado a trabajar, con grilletes, en las canteras de San Lázaro.
Tras la toma del poder por la revolución castrista, en 1959, comenzó a emplearse de manera sistemática. En un inicio estuvo dirigido hacia los presos de conciencia. Eso lo señala Pedro Corzo, director del Instituto de la Memoria Histórica Contra el Totalitarismo.
“El trabajo forzado más emblemático fue el del Presidio de Isla de Pinos, con el Plan de Trabajo Camilo Cienfuegos, que se inició por el otoño de 1964, precedido por el llamado Plan Morejón”, dice Corzo. “Ambos planes fueron brutales, los presos tenían que trabajar en ocasiones hasta 14 horas diarias en condiciones muy difíciles, cercados por un pelotón de militares con fusiles R2 y bayoneta calada. Las golpizas eran bestiales y cerca de una decena de presos políticos fueron asesinados por sus carceleros”.
En Cuba, hasta la década de 1980, se sancionaba la intención de salir de la isla con carácter definitivo. La práctica establecida despachaba a los campos a todo aquel que presentaba su solicitud. El tiempo de ese castigo era tan largo como el de la espera por la autorización. Fueron miles los que trabajaron en la agricultura para purgar la “pena” de querer salir de Cuba.
Entre ellos estaba Marcia García, profesora de inglés en una escuela Secundaria Básica en La Habana. “Yo quise irme de Cuba durante el éxodo del Mariel, en 1980. No lo logré, por lo cual intenté reincorporarme a la vida laboral”, relata. “Pero no me permitieron regresar a las aulas. Me dijeron que no tenía cabida como maestra, pues enseñar en el socialismo es un privilegio para los revolucionarios”.
Su carnet de identidad estaba marcado con la letra R, que estigmatizaba a quienes la tuvieran. “Con la R en el carnet, sólo podía trabajar en la agricultura o en la construcción. Como los campos asignados quedaban muy lejos, acepté la construcción, que era en la ciudad”. Relata que cargó sacos de cemento, cabillas y bloques, en condiciones muy difíciles para una mujer.

ESTÁ CONVENCIDA QUE ENVIARLA A LA CONSTRUCCIÓN FUE UN CASTIGO DIRECTO POR SU INTENCIÓN DE SALIR POR EL MARIEL. “LA REVOLUCIÓN CASTIGA CON ENSAÑAMIENTO A QUIENES ASPIRAN A VIVIR EN LIBERTAD. MUCHOS CUBANOS HEMOS TENIDO QUE PAGAR ESE PRECIO”.

Entre los presos políticos el trabajo como castigo iba acompañado de acciones violentas por parte de los custodios. Corzo relata el caso de Diosdado Aquit Manrique, un preso que fue asesinado por un guardia: “En esos días habían herido a bayonetazos a varios compañeros, la situación estaba muy tensa y Aquit le dijo a un guardia del cordón que tenía que hacer sus necesidades, el guardia lo autorizó, le dijo que saliera del cordón de seguridad y poco después le disparó matándolo de inmediato. El guardia era de Santa Clara, su apellido es Olivera y habíamos trabajado juntos ante de yo ser detenido y condenado”.
La práctica del trabajo como castigo sigue vigente en Cuba en el siglo XXI. Al fundador y director de la revista VitralDagoberto Valdés lo sancionaron recogiendo yaguas en una plantación. Desde Pinar del Río, donde reside, brinda su testimonio. “Fui sancionado por ser director de la revista sociocultural y religiosa Vitral de la diócesis católica de Pinar del Río, que resultaba molesta para las autoridades”. Puntualiza que aunque fue forzado a desempeñar esa labor contra su voluntad, nunca “hubo condena judicial, sino un castigo administrativo”.
Explica que por 16 años fue ingeniero en una empresa tabacalera. “Una mañana la dirección de la empresa, el partido comunista y los que actuaron detrás de ellos, me dijeron que tenía que escoger entre Vitral y mi cargo de ingeniero. Como no dejé Vitral me castigaron a trabajar ocho horas diarias sobre una carreta tirada por un tractor como ingeniero de yaguas”.

DESPRECIO POR LOS OBREROS

Otro caso de trabajo como castigo lo recibió el caricaturista Arístides Pumariega, creador del personaje Subdesarrollo Pérez, entre otros. El dibujante fue sancionado a ocho años de trabajo, por una caricatura aparecida en el semanario humorístico Palante. Su dibujo aludía a un discurso de Fidel Castro, donde daba cuenta que la proyectada zafra azucarera de los 10 millones no se lograría. El propio dictador creó la frase “convertir el revés en victoria”, lo que dio paso a un número del semanario, en el que se copiaba el diseño del periódico oficial Granma. Arístides en su dibujo escribió: “A bailar con la [orquesta] Revé, en Victoria de las Tunas”.
El resultado fue apartarlo de su puesto de trabajo. De acuerdo con los papeles que le entregaron, fue sancionado por “estar separándose del pueblo”. La pena: enviarlo como obrero a laborar en una empresa litográfica. “La Litográfica era un sitio adonde mandaban a los castigados de la Unión de Jóvenes Comunista (UJC) y del Partido. Cuando llego a la fábrica, lo que hacen es asignarme a trabajar a un plan agrícola, recogiendo viandas y otros productos del agro”, recuerda el caricaturista.
Para Arístides: “En Cuba, la dictadura castrista ha usado el trabajo duro, en fábricas y en el campo como castigo, algo que se traduce en un gran desprecio hacia la clase obrera, que conforma la mayoría de la fuerza laboral”, señala.
En el ambiente cultural cubano se han dado casos significativos de castigos severos por asumir posturas no oficiales. El cantante y compositor Silvio Rodríguez fue enviado como marino en el barco pesquero Playa Girón, tras interpretar su canción Resumen de noticias, en el Festival Internacional de la Canción, Varadero 70. El resultado de ese castigo se aprecia en la composición Playa Girón, aludiendo al buque y sus tripulantes.
Tras la aparición del libro Los pasos en la hierba, su autor, Eduardo Heras León, es enviado a trabajar a una fábrica metalúrgica. Algo similar pasó con el dramaturgo Antón Arrufat, quien molestó al régimen tras ganar el Premio UNEAC con su obra Los siete contra Tebas. Fue sancionado a trabajar 14 años en el sótano de una biblioteca.
El ex preso político Pedro Corzo estima que el gobierno castrista ha recurrido al castigo, a través de labores crueles, como una forma más de totalitarismo, así como de coacción y control sobre la población cubana.
El activista político, cultural y religioso Dagoberto Valdés afirma que fue “ingeniero de yaguas” por 10 años. “A esta nave, muchas veces repleta hasta el techo del producto, Yoani Sánchez le llamó la Catedral de las Yaguas, en referencia al tamaño pero también a que, en una entrevista que me hizo, le referí que muchas veces rezaba y meditaba para vencer el tedio y el encierro durante ocho horas, sin baño, al principio sin comedor y con un portón de acero negro que remataba una cerca y una garita de madera que nadie usaba, pero que tal paisaje me traía otras reminiscencias”.
Desde la instauración del régimen castrista el trabajo (como el hambre) han sido armas políticas, maneras de amedrentar y someter a sus contrarios.
A pesar de que existen tratados internacionales deplorando el trabajo como castigo, sigue siendo una lamentable rutina. El caso cubano es apenas uno de los tantos escenarios donde esta práctica se sigue empleando.
by REINALDO RODRIGUEZ HERNANDEZ

domingo, 4 de septiembre de 2016

ADENTRO DEL ENCUENTRO

El Encuentro Nacional Cubano, realizado en Puerto Rico, fue un homenaje y un canto de solidaridad con el nuevo sacrificio de Guillermo Fariñas en su huelga de hambre y sed, denunciando el incremento de la represión y las violaciones de los derechos humanos y los derechos económicos en Cuba. En honor de Fariñas se declaró el día 14 de Agosto “DIA DE LA NOVIOLENCIA EN CUBA”. Un gran estandarte con su figura decoraba lateralmente la tribuna; su sobrina Alicia Fariñas, abnegada e incansable activista opositora, fue la abanderada del Encuentro. Paco Talavera, ex guerrillero del Escambray,  representó a FANTU en nombre del exilio,  interviniendo cautelosamente cada vez que algo  parecía descarrilar el mensaje de unidad y confrontación del evento.
El objetivo preliminar, plenamente logrado, era reunir la mayor cantidad y calidad de organizaciones opositoras y de observadores internacionales. Reunidos para definir cómo queremos que sea La Nueva República de Cuba y cómo construir un modelo capaz de trabajar eficientemente para lograrlo. El ¿Qué? y el ¿Cómo? quedaron plenamente establecidos después tres días de agrias, arduas y tediosas sesiones que caracterizan a todos los procesos parlamentarios. Por ejemplo, Antúnez malinterpretó completamente la negación de Roberto Ruiz, miembro de Cultivo una Rosa Blanca, de poner en una declaración el nombre propio del tirano; entonces desató una feroz y apasionada, pero injusta, crítica contra Roberto. Abandonó La Asamblea, pero minutos después regresó y demostró su grandeza de espíritu al reconocer su error y pedirle perdón a todos los delegados presentes por su exabrupto. También elevó el nivel de la conciencia asamblearia con su intervención a favor de los presos políticos, especialmente  a los  que cumplen largas y cruentas condenas por haber luchado con las armas en la mano o violentamente contra el Régimen, presos políticos que no son reconocidos por algunos opositores. Se nombraron varios casos, especialmente el de Armando Sosa Fortuny que lleva más de 33 años cumplidos sumando sus dos condenas. 
La propuesta de Israel Abreu, patriota ejemplar, fue contra la corrupción en general y en las elecciones en particular. Pese a la aprobación general, al plantear usar únicamente fondos públicos para financiarlas,  esto constituía un tema específico correspondiente a ser decidido por un parlamento con capacidad legislativa, como señaló apropiadamente Vladimiro Roca. Pero la lucha contra la corrupción quedó como meta de La Nueva República de Cuba. El legendario profesor Félix Bonne Carcasés señaló  el colapso progresivo e indetenible del sistema y la necesidad de organizarnos para enfrentarlo con éxito. Surgió  El Congreso del Encuentro Nacional Cubano como organismo rector deliberativo y La Mesa de Coordinación con carácter ejecutivo. Un protogobierno integrado por patriotas de ambas orillas.
Se escogieron los jefes de las comisiones de trabajo entre los cuales están Ana Carbonell, Mario Félix Lleonart, Rosa María Payá, Ramón Saúl Sánchez, Eliecer Ávila etc. Cada comisión escogió a la persona perfecta disponible para llevar adelante la obra. Aquí comenzó a respirarse un aire de satisfacción y finalmente se logró el documento consensual sobre La Nueva República de Cuba. La magia fraternal del Encuentro rompió todas las barreras, fue indescriptible. El nuevo ser vió la luz. Nació otra esperanza.
Las intervenciones más elocuentes, entre muchas propuestas acertadas, fueron las del invidente Juan Carlos González Leyva, Rosa María Payá, Silvia Iriondo, Ramón Saúl Sánchez, René  Gómez Manzano, Omar López Montenegro, Mario Félix Lleonart y Ana Carbonell. Pero debemos hacer dos menciones especiales: la actuación del experto parlamentario que hizo cumplir a cabalidad las reglas de Robert que regulan las actividades parlamentarias; y la serenidad, devoción y eficiencia, de la secretaria de actas María Weslau. Dos balsas inmersas en un tsunami. Un merecido reconocimiento a los gestores iniciales del proyecto Kemel Hamis y Gerardo Morera; y muy en especial al líder y moderador del Encuentro Guillermo Toledo. Gracias a ellos se está realizando el anhelado sueño de la unidad. Los Cubanos Unidos de Puerto Rico, con el liderazgo y el sacrificio económico de seis dígitos, de Jerónimo y Severino, echaron pie en tierra para hacerlo realidad. ¡Gracias!
Lo más bello del evento fue la presencia notable de una juventud que posee el ideal, las convicciones y las cualidades indiscutibles para continuar exitosamente nuestra confrontación libertaria. Le damos la bienvenida a la generación de relevo. Ustedes son el futuro presente. La antorcha de la libertad está  en sus manos.

jueves, 7 de julio de 2016

FALLECE MANUEL VILLANUEVA

Nuestro hermano del Presidio Político Manuel Villanueva falleció en la mañana de este jueves. El «Villa» fue un símbolo de hermandad, bondad y patriotismo. Su obra poética y sus canciones forman parte de lo mejor del patrimonio de nuestra generación. La Montaña y Yo los he visto partir, son himnos de la lucha contra el totalitarismo.
https://youtu.be/ioU-DpIMZDM

jueves, 28 de abril de 2016

La disidencia cubana presenta una lista con los nombres de 93 presos políticos

Una organización opositora en la isla denuncia el «empeoramiento de la situación de derechos civiles y políticos», con 22 opositores más en la cárcel que el pasado junio.


Cinco semanas después de que Raúl Castro desafiase a un periodista estadounidense, en presencia de Barack Obama, a que le presentara la lista de presos políticos en la isla, la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (Ccdhrn) ha divulgado este lunes la relación actualizada con los nombres de 93 opositores encarcelados [ lista presos políticos]. Veintiuno de ellos sobreviven en prisiones de alta seguridad desde hace 13 o incluso 24 años.
La organización disidente en la isla denuncia un «empeoramiento de la situación de derechos civiles y políticos» en el país: en el listado publicado el 19 de junio de 2015 aparecían 22 presos políticos menos que en este momento de deshielo con Estados Unidos y después de la histórica visita de Obama.
La Comisión Cubana, que dirige Elizardo Sánchez, precisa que 51 de los 93 prisioneros son opositores «pacíficos» condenados o pendientes de juicio «por su actitud o actividades contestatarias». Al menos 20 de ellos pertenecen a la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu). Once exprisioneros de conciencia de la Primavera Negra de 2003 viven en sus casas bajo la amenaza de la «licencia extrapenal», que significa que en cualquier momento pueden volver a la cárcel. Otros 27 fueron condenados en tribunales de la Seguridad del Estado por «haber utilizado armas o alguna forma de fuerza o violencia». Por último, cuatro presos políticos han recibido sentencias por «otros delitos contra el Estado».
Dos listas le presentaron a Barack Obama durante su encuentro con destacados disidentes el pasado 22 de marzo en La Habana, según ha explicado a ABC José Daniel Ferrer, uno de los once exprisioneros bajo «licencia extrapenal» (condenado a 25 años) y líder de Unpacu. Una enumeraba los presos políticos de este grupo disidente -especialmente fuerte en Santiago de Cuba- y otra era la lista de la Ccdhrn presentada este lunes, a falta de las últimas actualizaciones, precisó Ferrer.
Un campesino fue encarcelado por «culpar a la dictadura de la escasez de productos en una cola»
El disidente cubano está convencido de que en Cuba existen más presos políticos que este casi centenar porque «muchas personas van a la cárcel por motivos políticos y ni ellos mismo lo saben». José Daniel Ferrer narra el caso del «guajiro (campesino) iletrado» Ángel Frómeta Lovaina, de San Antonio del Sur (Guantánamo). Frómeta fue encarcelado después de que en una cola se atreviera a «culpar a la dictadura de la escasez de productos básicos», bajo la acusación de «peligrosidad social predelictiva».
La Comisión Cubana denuncia en su informe que un «número muy alto de cubanos» se encuentran en prisión «de manera innecesaria o a pesar de su inocencia jurídica, incluyendo a varios miles internados bajo la llamada "peligrosidad social predelictiva"», a la que considera una «aberración jurídica copiada de las prácticas estalinistas y hitlerianas». También está convencida de que en una población penal de entre 60.000 y 70.000 personas «nadie puede asegurar que no existan otros prisioneros por motivos políticos o condenados bajo condicionamientos políticos».

Doscientos centros

Al menos 26 presos políticos ya tienen derecho a la libertad condicional, según los cálculos de la Ccdhrn. En una isla de 11,2 millones de habitantes existen unas 200 prisiones, campos de trabajo y otros centros de internamiento, denuncia por último esta organización defensora de los derechos humanos. Al menos sesenta son cárceles de alta seguridad.

jueves, 29 de octubre de 2015

JORGE, LA HUELLA INDELEBLE

Jorge, independiente a su partida, seguirá siendo un misionero de la verdad y de la defensa de la dignidad humana. Un oficio de vida que cumplió con satisfacción hasta el final.
El fin de su cuerpo es una oportunidad para que el sentido del deber que siempre albergó en cada hueso y fibra de su ser, asuma con mayor vehemencia la responsabilidad de una tarea que se impuso y cumplió satisfactoriamente durante toda su vida: defender, comprender y enseñar al prójimo.
Hay que tener confianza de que el ejemplo de vida de Jorge quedara sembrado en quienes lo conocieron y en los muchos cubanos que están por venir. La isla merece muchos como él para reiniciar su reconstrucción moral, la restauración de sus valores, la educación y el respeto ciudadano que él siempre practicó.
Fue un hombre independiente. Si militaba en un grupo su conducta la determinaba su conciencia, no los intereses o conveniencias de la facción. Era controversial porque decía y actuaba en base a valores y no por conveniencia. Su austeridad era ejemplar, su desprecio por los bienes materiales excepcional y su fe en un ser supremo inconmovible.
Enfrentó desavenencias porque su percepción de la realidad presente y de las posibilidades futuras eran muy complicadas. Estaba por delante de la mayoría en el entendimiento de la dinámica de los procesos cubanos y también humanos. El pensamiento profundo y el análisis políticos fueron sus fuertes porque siempre estaba a la vanguardia, y cuando las cosas resultaban como había predicho, se recordaba a Jorge como el hombre que había venido del mañana a decir lo que acontecía hoy.
No era un hombre de estuche, de los que se aislaban ante las miserias y miedos de los otros. Enfrentó el golpe militar de Fulgencio Batista. Participó en organizaciones contrarias a la dictadura y fue uno de los fundadores del Directorio Revolucionario.
Luchó con extrema dedicación pero nunca participó en acciones violentas. Repudiaba maltratar a otro ser humano. Fue un visionario. Denunció desde el exilio en México que la Revolución triunfante podría conducir a Cuba a un régimen más tenebroso que el que estaba padeciendo.
Consecuente con su advertencia rechazó puestos públicos. Estuvo entre los primeros en percatarse que sobre el país se extendía una oscuridad que destruiría a la nación hasta sus cimientos. Denunció los crímenes del castrismo y asumió la responsabilidad de lo que hacerlo implicaba.
Jorge fue un maestro de generaciones, tanto, que la mayoría de sus amigos creían que tenía mucha más edad. Su magisterio se sustentaba en una profunda humildad y en un amor en el que cabían, incomprensiblemente para muchos de los que le conocieron, los verdugos más cruentos y las víctimas más abusadas.
Nunca fue políticamente correcto. Era controversial. Como dice Amado Rodríguez, su honradez era tal que jamás dijo algo en lo que no creyera profundamente, sin importar las consecuencias de sus dichos o acciones. El caso “Marquitos”, más allá de lo que aconteció en aquel lóbrego suceso, demuestra el talante moral de un hombre excepcional que no medía las consecuencias de sus actos por tal de exponer en cualquier foro sus ideas, sin que importaran los riesgos.
El misticismo de Jorge, dice Roberto Jiménez, era muy especial. Siempre que se conversaba con él la charla era amena, directa e inteligente, pero de pronto se aislaba, sigue Roberto; era como si su vista y sus ideas se hubieran escapado de la realidad circundante, una evasión total pero sin perder contacto con su interlocutor. Pero cuando retornaba el Jorge de la charla, sus análisis eran más profundos e interesantes y su capacidad de convencimiento acababa con las dudas de sus interlocutores.
Perdonar fue para Jorge un principio y fin de vida. Nunca predicó el odio ni defendió la violencia, aunque siempre tuvo el coraje necesario para marchar junto a quienes eran golpeados y abusados por los esbirros de cualquier tiranía.
En el presidio, donde permaneció por veinte años, fue golpeado reiteradas veces. Su endeble físico soportaba los golpes como la palma la furia del viento, sin doblegarse ni pedir cuartel. Nunca se sometió ni evadió una golpiza colectiva, porque siempre estuvo dispuesto a compartir el dolor de sus hermanos.
Jorge no será evocado como guerrero. Como un hombre de acción que arriesgó su vida en numerosas misiones repletas de peligro, pero sí lo será como un hombre de una integridad acrisolada, un humilde servidor del prójimo, y en particular como un hombre de fe, de una fe tan profunda que conmovía aun a aquellos que no compartían sus profundas convicciones religiosas.

domingo, 13 de septiembre de 2015

Damas de Blanco y disidentes cubanos fueron arrestados tras marcha en La Habana

  • Al menos 40 mujeres y una docena de opositores fueron arrestados.
  • Entre los detenidos se encuentran ex presos político
Damas de Blanco y disidentes cubanos fueron arrestados tras marcha en La Habana
Damas de Blanco esperan reunirse con el papa Francisco cuando visite la isla

Al menos 40 mujeres del grupo disidente Damas de Blanco y una docena de opositores fueron arrestados en La Habana, tras una nueva marcha de la disidencia en contra del gobierno cubano.
Los arrestos se produjeron este mediodía después de que las Damas de Blanco, lideradas por Berta Soler, asistieran a una misa en la parroquia "Santa Rita de Asís", y se manifestaran en favor de los derechos humanos y los presos políticos como es tradición del grupo desde su creación en 2003.
Las detenciones además se producen desde hace 22 domingos consecutivos y que en esta ocasión tienen lugar a menos de una semana de la visita del papa Francisco a la isla.
Entre los detenidos se encuentran los ex presos políticos del Grupo de los 75José Daniel Ferrer, quien es coordinador general de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu) y Ángel Moya, esposo de Soler, así como el director del foro crítico "Estado de SATS", Antonio González Rodiles.
Decenas de partidarios del gobierno cubano y agentes de la policía uniformados y de civil comenzaron a gritar consignas revolucionarias cuando el grupo de disidentes llegó a una calle cercana portando carteles con las frases "todos marchamos por la libertad de los presos políticos de Cuba" y "todos marchamos por una ley de amnistía", lemas de una campaña que iniciaron semanas atrás, según pudo constatar la agencia de noticias EFE.
Poco antes, la líder del movimiento femenino había denunciado que siete de sus compañeras y más de 20 opositores fueron detenidos para impedirles participar en los actos del grupo.
Soler dijo que ha solicitado reunirse con el papa Francisco durante su estancia en la isla, que será del 19 al 22 de septiembre, pero que no ha recibido respuesta.
Además declaró a la prensa extranjera que si tuviera la oportunidad de reunirse con Francisco, le pediría su mediación para que "cese la violencia policial contra las personas que quieren participar o ejercer su libertad religiosa y hacer manifestaciones públicas".
Explicó que le comunicaría al pontífice argentino los motivos de su desacuerdo con el actual acercamiento entre los gobiernos de Cuba y Estados Unidos, así como que "Cuba está necesitada del apoyo moral y espiritual de todos los que son amantes de la libertad".
Soler indicó que le manifestaría a la máxima autoridad de la Iglesia Católica su apoyo para la amnistía general a más de un centenar de presos por motivos políticos que está pidiendo el "Foro por los Derechos y Libertades", en el que participa el colectivo que ella encabeza.
Asimismo anunció que las "Damas de Blanco" harán la "tentativa" de asistir a la misa que el papa Francisco oficiará el domingo 20 de septiembre en La Habana, aunque no descartó que a partir de los próximos días se registren nuevos arrestos de activistas de derechos humanos en la isla.