jueves, 28 de septiembre de 2017

La libreta de racionamiento en Cuba

Cada familia cubana tiene una. Nadie se escapa. Fue creada por Fidel Castro el 12 de julio de 1963 en medio de la crisis por el desabastecimiento de los primeros años del “socialismo” en Cuba. Desde entonces, ha regulado la venta de alimentos a precios subsidiados en las llamadas “bodegas” (almacenes destinados únicamente a la comercialización de productos racionados).
En sus inicios, la libreta de racionamiento era bastante extensa. Alcanzaba para comer sin grandes apuros. En ella se incluían leche fresca, embutidos, turrones de Navidad, “carne de res”, refrescos, cerveza para bodas y cumpleaños, pescado, café… Contaba además con una tarjeta gemela que racionaba la ropa y los productos no comestibles.
Todo duró mientras la Unión Soviética existió. La economía cubana dependía de las “generosidades” del bloque socialista, y no había incentivos para el desarrollo de la industria nacional.
En la década del 90, con la caída del muro de Berlín, Cuba vivió lo que se conoce como “opción cero”. No había comida, combustible, la generación de electricidad era extremadamente irregular, las fábricas paralizadas, la producción nacional insuficiente…; y como consecuencia, el racionamiento fue más severo.
Hoy, a un precio acorde al salario medio (20 dólares al mes), la libreta de racionamiento le permite comprar una vez al mes a cada persona:
– 5 huevos
– 5 libras de arroz
– ½ libra de aceite
– 1 paquete de café mezclado con chícharo tostado (1/4 de libra)
– 3 libras de azúcar blanca
– 1 libra de azúcar morena
– ½ libra de frijoles
– 1 Kg de sal cada 6 meses
– 1 caja de fósforos (cerillos)
– 1 libra de pollo al mes
– ¾ de libra de “pollo por pescado” (se eliminó el pescado y lo sustituyen con pollo)
“Ahorrando bastante comida, lo que compro con la libreta me dura como máximo 10 días”- Comentaba Jesús García, pensionado de 75 años sin otro ingreso económico.
El pan también es racionado y a cada persona le corresponde un pan diario de 80 gramos. Las mujeres de 10 a 55 años deben cada año inscribirse en el “censo de íntimas” para poder comprar 10 toallas sanitarias al mes. Los padres con niños sólo pueden comprar leche mientras los pequeños sean menores de 7 años.
La libreta se regula por zona. A cada cubano, en dependencia de su localidad, le corresponde una bodega única donde comprar. Si lleva la libreta a otra bodega simplemente no le despachan ninguna mercancía. En ella se anota con tinta cuando se recibe un determinado producto y se deberá esperar al mes siguiente para volverlo a recibir.
Paralelamente, el Estado cuenta con supermercados TRD (Tiendas de Recaudación de Divisas). Aquí se pueden encontrar generalmente casi todos los productos mencionados y muchos más, pero su venta es en pesos convertibles (moneda que se obtiene al cambiar dólares, euros, libras esterlinas, etc; equivalente aproximadamente a 1 USD). El precio de venta al público de cada producto tiene adicionado un240% de impuesto sobre el valor de importación. La realidad es que en estas tiendas “no racionadas” solamente pueden comprar los extranjeros o los cubanos que reciben dinero desde el exterior. El cubano asalariado tendría que reunir 2 salarios íntegros mensuales para comprarse 800 gramos de queso o casi 3 salarios para comprar 1Kg de carne de res.
El Estado cubano es un monopolio de importaciones. Todas las bodegas, supermercados y almacenes de productos alimenticios son 100% estatales. En 1968 expropiaron absolutamente todos los negocios de este contexto. Ellos regulan el precio, la distribución y la cantidad.
Productos básicos como el agua, la leche, la carne, el papel higiénico, el cepillo dental… son de venta exclusiva en TRD, por lo que el acceso a ellos es bastante limitado debido a los precios elevados, los bajos salarios y la devaluación del peso cubano al cambiarlo en divisa para poder comprar.
Como alternativa, existe el gran mercado negro: es un mercado que se abastece del “robo al Estado” y de importaciones ilegales y que se extiende de casa en casa, de bolsa en bolsa…
“Mi esposo trabaja en un hotel. Todos los días él trae filetes de carne y al día siguiente los vendo en la calle a 2 dólares cada uno”-Me explicaba Teresa.
Sin embargo, el mercado negro, de manera similar a las tiendas en divisa, sólo está a la mano de cubanos que tengan una entrada de dinero no oficial.
Hoy, muchos cubanos recuerdan el dilema que tenían hace 50 años, debían decidir si comprar un calzoncillo, un grifo de agua o una batería para linterna; de elegir uno no podían comprarse el otro. Hoy el dilema consiste en cómo conseguir que 5 huevos alcancen para todo un mes.
La libreta de racionamiento permite que no exista la desnutrición, pues algo de comida se puede comprar a un precio asequible; pero está muy lejos de ser una herramienta eficaz para garantizar la buena alimentación. Por eso el cubano lleva siempre consigo una bolsa vacía, y no pierde la oportunidad cuando encuentra algo para echarle. Esta situación “conviene”. Cuando el día entero se está pensando en qué comerán tus hijos por noche, difícilmente habrá tiempo para pensar en derechos, democracia y libertades.

5 mitos sobre la realidad de Cuba

5 mitos sobre la realidad de Cuba



1. Los máximos dirigentes comunistas viven como el pueblo.


Los máximos dirigentes políticos y sus familiares viven en una burbuja comparados con el resto del pueblo cubano. La mayoría de los altos cargos del país son militares, pertenecientes a las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR). Hay miembros de las FAR en la cabeza de ministerios y grupos empresariales del país.

Estas personas no caminan por las calles ni viajan en autobuses, ya que tienen carros del Estado; no viven en decrépitos apartamentos en Centro Habana, sino que tienen casas y apartamentos en complejos residenciales donde civiles no pueden entrar…

Además tienen facilidades y acceso gratuito a determinados servicios que no tiene el resto de la población: acceso a internet en el trabajo y en casa, hoteles en Varadero, uso de teléfonos celulares cuyo pago es en pesos cubanos (24 veces más barato que el peso convertible en que pagamos el resto de los mortales), televisión por cable…

 No van a hospitales en mal estado como el pueblo, van a un hospital reservado para ellos, el CIMEQ (donde atendieron a Chávez) caracterizado por su limpieza, buenos médicos y tecnología decente. Los máximos dirigentes de Cuba están completamente aislados de los problemas cotidianos del ciudadano de a pie.

2. El Estado provee de alimentos necesarios a la población

El Estado vende a cada cubano una vez al mes, de forma racionada y a precios “asequibles”, una cuota de alimentos. Estos productos son racionados por la libreta de abastecimiento.

En un mes, un cubano puede comprar solamente: 5 huevos, 5 libras de arroz, 1 libra de pollo… Los precios de los alimentos racionados están en pesos cubanos y son acordes a los salarios en Cuba, y esto significa un alivio para los trabajadores estatales cuyo sueldo promedia 18 dólares al mes y sobre todo a los ancianos pensionados que no tienen otro sustento de vida.

Sin embargo, la comida comprada con la libreta alcanza para un máximo de 10 días. ¿Qué pasa con los otros 20 días del mes?
En paralelo a la red de bodegas, donde se compra con la libreta, en Cuba existe un mercado estatal de alimentos con precios en pesos convertibles. Algunos productos, como la carne de res, los refrescos, vegetales o pescado enlatado sólo pueden adquirirse en este tipo de tiendas.

La cadena más importante de este tipo de establecimientos se llama TRD (Tienda para la Recaudación de Divisa) y a tal efecto, a todos los productos se les recarga con un 240% de impuesto sobre el precio de compra en el extranjero. De este modo, un litro de leche puede costar 3 pesos convertibles (equivalente a 3 dólares), y 250g de queso manchego puede costar 30 pesos convertibles.

En un país donde el salario medio estatal ronda los 18 dólares, en las TRD solamente pueden comprar aquellos cubanos con familiares en el extranjero o acceso (lícito o ilícito) a dólares. El resto “inventa” en el mercado negro.

3. La educación es gratuita

Efectivamente. La educación en Cuba es gratuita desde preescolar (4 años) hasta bachillerato (18 años). Y, aunque es un logro muy importante, es necesario señalar que esto ocurre en muchos otros países del mundo. No obstante, a diferencia de otros países, en Cuba no existe la educación privada, la única opción es la enseñanza pública.
En los tiempos en que mis padres estudiaron, se consideraba que la educación primaria era de excelente calidad. Sin embargo, hoy día la situación deja mucho que desear. Debido a los bajos salarios en Cuba, existe un déficit enorme de maestros, por esto la calidad de la educación se ve muchas veces afectada. Es común escuchar que maestros cobran por poner buenas notas y, ya es práctica habitual el que algunas de las clases sean mediante reproducción de cintas previamente grabadas.
Se dice que la enseñanza universitaria en Cuba es gratuita, pero eso es incorrecto. Sería más apropiado decir que es de acceso universal. Cualquier cubano (en dependencia del promedio y resultados en las pruebas de ingreso) puede acceder a la Universidad; y, aunque el estudiante no tiene que pagar un peso, la educación superior tiene un precio.

Una vez que el estudiante se gradúa debe trabajar para el Estado, 3 años si es mujer y 2 años si es hombre (ya que el hombre hace 1 año de servicio militar). Este periodo es conocido como el “Servicio Social”. El Servicio Social es obligatorio, se trabaja a sueldo mínimo (225 pesos al mes, unos 9 dólares) en una plaza asignada por el gobierno.

Si un recién graduado no cumple con el Servicio Social, el Ministerio de Educación Superior le invalida el título universitario.
1. Tienda estatal donde compra el cubano de forma racionada una vez al mes. 2. Tienda donde compran los extranjeros y cubanos con acceso a divisas.

4. La gran mayoría de los cubanos apoya al gobierno

El apoyo a un gobierno se demuestra mediante elecciones, y en Cuba no ocurren elecciones presidenciales desde 1948. Así pues, uno debe buscar otros indicadores para valorar este “apoyo”.
En Cuba existe un único partido que es legal, el Partido Comunista, y la Constitución de Cuba lo define como: “…la fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado…”. No obstante, existen muchos otros partidos clandestinos. Los ciudadanos no ven legitimado su derecho de asociación y las únicas formas de sociedad civil son parte del Estado.

Esto no impide que ciudadanos opositores hayan constituido grupos de forma clandestina y que traten de manifestarse de forma pacífica. Lamentablemente, manifestaciones de colectivos no reconocidos son continuamente reprimidos por grupos organizados por la policía política y operacionalizados a través del Partido Comunista.

Ejemplo de ello son los actos de repudio contra opositores que en casos frecuentes llegan al extremo de la violencia verbal y física. Las conocidas Damas de Blanco, señoras que caminan por las calles con una flor en la mano, son cada semana reprimidas y encarceladas; sólo por mencionar un ejemplo.
Un gobierno que controla la prensa, la radio y la televisión, también controla la opinión popular, o mejor dicho, la opinión que ellos quieren transmitirle al mundo y a cada uno de nosotros. Jamás se ha trasmitido por televisión alguna opinión legítima de un cubano en contra del gobierno.
Oponerse al gobierno abiertamente es peligrosamente resbaladizo. La policía secreta te puede construir un caso delictivo y meterte en prisión. Este psico-terror político ha estado presente en la sociedad cubana por más de medio siglo. Como consecuencia del mismo, la gente ha optado por “no pensar, no decir y no opinar” para poder vivir tranquilos. Sin embargo, existe la doble moral. Gente que aplaude al régimen en público y luego en privado le critica.
La solución de muchos es emigrar en busca de oportunidades. En cifras oficiales, el 12% de los cubanos que salen del país legalmente, no regresan. Una cifra aterradora que muestra el enorme descontento con el sistema vigente. A estos emigrantes legales hay que añadir los que salen ilegalmente, los más conocidos son los que agarran una balsa y escapan, arriesgando su vida en el mar.

5. El bloqueo norteamericano impide que Cuba se desarrolle.

Es cierto que existe un embargo económico, financiero y comercial de Estados Unidos hacia Cuba, que tiene aplicación extraterritorial y ha sido condenado en múltiples ocasiones por la ONU. El embargo es un grupo de medidas y leyes que prohíben a empresas y ciudadanos norteamericanos establecer acuerdos comerciales con los cubanos residentes en la isla y el gobierno (existen “salvedades” como diversas productoras estadounidenses de alimentos que si tienen permitido negociar con el gobierno cubano).
El embargo ha estado presente desde los inicios de la “revolución” y uno de sus principales motivos al implantarse fue el decomiso general de la propiedad privada de cubanos y muchos norteamericanos en la isla, que jamás fue remunerada por parte del Estado cubano. Desde entonces, este embargo, rebautizado por el gobierno cubano como “bloqueo”, ha sido el argumento para justificar todos los fracasos y errores de su política económica, social y administrativa.
Cuba no puede comercializar con Estados Unidos (aunque Estados Unidos es el principal comprador de medicamentos en Cuba), pero, sólo el 40% del comercio exterior de Cuba es con Venezuela. Países como China y Brasil tienen fuertes lazos comerciales y financieros con la isla. El resto de países tienen la entera disponibilidad para entrelazar acuerdos económicos con Cuba, pero exigen el cobro en efectivo debido al reiterado incumplimiento de pagos.
No obstante, existe otro bloqueo que es el que verdaderamente afecta al cubano de a pie: es el bloqueo interno del gobierno para evitar que algún cubano progrese económicamente. Por ejemplo, la nueva Ley de Inversión Extranjera aprobada el pasado mes, le permite a cualquier persona de este planeta la posibilidad de invertir en la isla. Sin embargo, no existe una Ley de Inversión a secas que permita a los cubanos residentes en Cuba, invertir en el desarrollo económico de su país.
El gobierno permite la actividad de un magro sector privado (aquí se llaman “cuentapropistas”), pero solamente pueden desarrollarse 178 actividades de esta forma. Entre estas actividades se cuentan: peluquería, gastronomía, jardinería, ser cochero de vehículo de tracción animal, forrar botones, e incluso vender CDs piratas. Los cuentapropistas ven “bloqueado” su desarrollo por el propio gobierno cubano.

 No pueden acceder a créditos financieros, no pueden comprar en mercados mayoristas, al contrario que las empresas estatales, no tienen acceso a materias primas necesarias para desarrollar su trabajo (por ejemplo harina de fuerza para hacer pan, solamente a la venta para empresas estatales) tienen tasas de impuestos sobre la renta a niveles similares de Suecia y Austria (50% si ganas más de 160 dólares al mes)…
Prohibiciones en Cuba, que limitan el progreso, están a la orden del día: precio de los carros, precio de las viviendas, míseros salarios, internet prohibido en los hogares, acceso limitado a la información, ausencia de libertades políticas, imposibilidad de exportar e importar mercancías…
Para finalizar, dejo una pregunta: ¿Por qué Cuba, siendo una isla, no cuenta con una industria pesquera?
El “bloqueo” norteamericano sin duda impacta en los precios de determinados bienes, pero es el bloqueo interno el que impide el desarrollo del país.

10 cosas que los cubanos aún no pueden hacer libremente


El gobierno culpa a los carretilleros por precios topados, y les impide vender sus productos en las calles:

La ONG pro derechos humanos People in Need señala las principales limitaciones que enfrentan los cubanos en la isla, a pesar de los cambios que ha traído el restablecimiento de relaciones con EEUU.

La organización no gobernamental People in Need (Personas necesitadas), con sede en Praga, República Checa, destaca en un artículo la falta de libertades en Cuba mientras medios internacionales dedican titulares a resaltar "cómo Cuba está cambiando".

People in Need recomienda a los medios de prensa internacionales que antes de publicar cualquier información proporcionada por el Gobierno cubano consulten con miembros de la sociedad civil independiente.

"Los cubanos siguen perdiéndose de muchas cosas que son bastante normales en el resto de la región", señala la ONG, que elabora una lista con las 10 cosas que los cubanos aún no pueden hacer:

1. Ganar un salario justo

Los salarios en la última década han subido al menos un 50%. Sin embargo, así como el porcentaje de salarios subió, la lista de artículos que los cubanos pueden obtener en su libreta de racionamiento disminuyó y actualmente ofrece alimentos con un valor equivalente a dos dólares al mes. De acuerdo con la Oficina Nacional de Estadísticas e Información de Cuba, la base salarial de los cubanos en el 2014 era de 22 dólares al mes. Es difícil sobrevivir con este salario aun tomando en cuenta que la educación y los servicios de salud son gratuitos en la isla.

2. Acceder a Internet

Solo la élite cubana tiene en casa módems telefónicos que proveen un Internet lento de 56kb. Fue solo en junio del año pasado cuando el gobierno abrió sus primeros puntos de conexión wifi alrededor del país, que soportan velocidades aceptables de 1Mbit por usuario. No obstante, poco más de cien puntos de conexión no son suficientes para una población de más de 11 millones, y el costo de dos dólares por hora mantiene el Internet fuera del alcance de la mayoría de la población.

3. Leer prensa libre

Mientras que mucho se ha escrito sobre los blogueros cubanos, debido a la baja penetración, su impacto en Cuba se mantiene limitado. Muy poco ha cambiado en el mercado mediático donde todos los diarios, radios y televisoras son propiedad del Estado y están controladas por el Partido Comunista de Cuba. No sólo el acceso a la prensa impresa es limitada, sino que las impresoras de calidad son difíciles de conseguir y uno de los primeros periódicos independientes, 14ymedio.com, está bloqueado del Internet cubano.

4. Empezar un negocio

Hay una nueva ley de inversiones en Cuba, pero irónicamente puede ser más fácil para un inversionista internacional abrir un negocio en Cuba que para los cubanos. A pesar de que muchos cubanos pueden abrir sus casas para los turistas para brindar hospedaje o abrir un pequeño restaurante, la lista de actividades donde la empresa privada está permitida es muy limitada y aún actividades como venta de ropa de segunda mano no está incluida, sin mencionar la importación, exportación, turismo y otras posibles actividades comerciales lucrativas donde el Estado quiere mantener su monopolio.

5. Organizarse

En cada país latinoamericano existe algún grado de sociedad civil independiente y es reconocida por el Estado. En Cuba –con la excepción de algunos grupos de la Iglesia– ninguna organización no gubernamental puede ser inscrita. Hay cientos de estos grupos, pero no tienen acceso a espacios de oficina o fondos como podrían en cualquier otra parte de la región.

6. Hacer huelga

El derecho a la huelga no está prohibido, pero la ley tampoco lo garantiza. A pesar del hecho de que numerosas organizaciones sindicales existen, son ilegales y el único sindicato permitido para operar es la Central de Trabajadores de Cuba, que está directamente controlado por el Partido Comunista.

7. Viajar libremente

En 2013 el gobierno cubano levantó las limitaciones para obtener una visa de salida del país y desde eso en teoría cualquier cubano puede viajar al exterior. En la práctica, esto está fuera del alcance de la mayoría de los cubanos que tendrían que ahorrar su salario base durante varios años para poder pagar un tiquete de avión y más importante resulta que muchos sufren interrogatorios y acoso de las autoridades al retorno a Cuba.

8. Protestar en las calles

La protesta ciudadana es recurrente en toda Latinoamérica y a pesar de que el gobierno cubano a menudo apoya a estos protestantes y sus demandas alrededor del mundo, no permite ninguna protesta visible en Cuba. Conocidos “busca problemas” son puestos en prisión preventiva o en arresto domiciliario antes de que tengan la oportunidad de organizarse, especialmente ante eventos públicos de alto perfil. Los pequeños grupos que pese a estar bajo constante vigilancia del gobierno tienen éxito marchando en las calles son rápidamente arrestados o reprimidos con violencia física.

9. Tener un juicio justo

Ni los cubanos o los extranjeros tienen un juicio justo asegurado en Cuba. Los jueces están directamente controlados por el gobierno, no hay bufetes legales y los abogados deben ser empleados del Estado. Mientras existen diversos grupos de abogados independientes en Cuba, no tienen permitido ejercer independientemente o representar a ninguna persona en los tribunales. Muchos pasan años detenidos esperando una sentencia que nunca es dictada.

10. Votar libremente

Pese a que las elecciones se llevan a cabo regularmente, estas no son libres o justas. El Partido Comunista es el único partido político legal en Cuba, pese a que muchos partidos de todo el espectro político solicitaron ser inscritos, nunca les fue concedido. Adicionalmente, ningún candidato independiente ha tenido la oportunidad de ser electo para un puesto significativo en el sistema electoral actual.

Videos grupo opositor De Derechos Humanos Juventud Despierta.

lunes, 17 de julio de 2017

LA REPRESIÓN BAJO EL TOTALITARISMO CASTRISTA

La represión en Cuba no responde a los patrones de una dictadura militar o de cualquier otro tipo de régimen de fuerza, salvo a la de aquellos que se sustentan sobre una ideología sectaria y excluyente como el Marxismo, destacando que el régimen cubano tuvo la singularidad que el totalitarismo insular se apoyó en las habilidades histriónicas y el carisma de Fidel Castro,   a lo que se debe agregar la vertiginosa  internacionalización del conflicto nacional que se enmarcó de inmediato en el contexto de la Guerra Fría.
La represión en la isla no responde a una sola ejecutoria, es integral y diversificada de la cual la acción policial es solo un recurso más.
Las formulas represivas de la dictadura han sido las que han impedido en gran medida la formación de una oposición articulada nacionalmente con una propuesta de carácter social y reivindicativa que sostenga una propuesta política, situación que incapacita a la oposición en la promoción de  protestas y reclamos contrarios a los intereses gubernamentales y convertirse en una real alternativa de cambio.
La inmensa mayoría de la población se siente desamparada ante las autoridades del estado. La indefensión es un sentir extendido en toda la sociedad,  al que coadyuva la supremacía del estado, gobierno  y partido, en los grandes y pequeños detalles de la vida diaria.
Son varias las formulas de contención a las que recurre el régimen y a la que el sujeto está sometido desde su temprana infancia con la particularidad de que el individuo debe estar contantemente demostrando su inocencia porque como describe George Orwell en “1984”,  el crimen mental existe, además de que  es una sociedad en la que lo que está expresamente autorizado está prohibido y en la que el acusado debe demostrar su inocencia, no el tribunal dar pruebas de su culpabilidad.
Veamos:
Inducida o Adoctrinamiento Masivo: La población, incluido los sectores que tienen reparos al régimen, es conducido a creer que el gobierno cuenta con un amplísimo respaldo popular y que sus disposiciones en cualquier orden de las cosas son las correctas, ya que el sujeto está sometido a una  intensa propaganda oficial en los medios de difusión y en la vida diaria sin que importe donde se encuentre.
El discurso del régimen es de un absoluto triunfalismo, invencibilidad y omnipresencia, cargado de gran paternalismo y promesas de una vida sin restricciones y oportunidades.
A las seguridades que brinda, contrapone las amenazas del exterior  que pueden desatar en el país un apocalipsis que solo puede evitarse si se mantiene una incondicionalidad generalizada a favor de lo establecido, lo que motiva  un espionaje extendido con el objetivo de evitar que una pieza quebrada desate un final catastrófico del que nadie sobrevivirá.
Un aspecto importante es que la represión trasciende las fronteras nacionales. Un cubano, aun cuando resida definitiva o temporalmente en el exterior, continúa padeciendo la inseguridad y los temores que le fueron inducidos en la isla. Esto se aprecia particularmente enmuchas de las personas que visitan    Cuba, puesto que se auto censuran en conducta y expresiones para evitar  les nieguen ese derecho.
Intangible: Tanto en los centros laborales, educativos o en asociaciones de la sociedad civil que mutaron de inmediato a organismo de masas, se siente presión para que se muestre apoyo al régimen sino se quiere, en el mejor de los casos, ser excluido, discriminado y apartado, y si las circunstancias lo demandan,  expulsado del centro laboral o de la entidad social.
El control del aparato educativo ha sido fundamental, porque el infante y el adolescente son supuestamente  fáciles presas  de propuestas que siempre están siendo renovadas aunque la columna básica, obediencia absoluta al pensamiento oficial, prevalece sin alteraciones.
El niño crece bajo el paternalismo del estado y en un clima de garrote y zanahoria,  pues en relación a su conducta, más que por su talento o habilidades, recibirá gratificaciones o castigos de diferentes especies.
Las asambleas laborales, los sindicatos y los organismos de masas creados por el nuevo orden, son parte de un entramado de engranajes que oprimen al individuo hasta dejarlo solo con el aliento necesario para convertirse en masa.
La presión es tan colosal que ni aun en su propia casa el individuo puede aislarse. Independiente a su militancia en uno o más organismos de masa, está el Comité de Defensa de la Revolución, una entidad que aunque venida a menos como el resto de los aparatos oficialistas como la Federación de Mujeres Cubanas, Unión de Pioneros de Cuba y la Central de Trabajadores de Cuba, cumplió un rol muy importante en la domesticación del ciudadano en base a la inseguridad y la represión que eran capaz de generar.
Este tipo de represión es el que genera el Síndrome de Indefensión Adquirida, la acción es tan integral que el individuo asume a plenitud que cualquier gestión contraria a lo establecido es inviable y está condenada al fracaso, es el germen de la desesperanza y de una inseguridad devastadora frente a un estado todopoderoso y un partido político que se autoproclama inmortal como si fuera el Dios de una nueva religión.
Tangible:La acción policial es un punto clave del arsenal gubernamental que no se agota, puesto que  el sistema carcelario está conformado para seguir reprimiendo aun cuando el individuo esté encarcelado. Aun tras las rejas la población penal, aunque en menor grado, está sometida a  las otras formulas represivas ya descritas.
Un aspecto a destacar es que aunque la represión esta institucionalizada y sistematizada, la sanción por un hecho político contrario al régimen puede variar por las circunstancias que rodean el acontecimiento,  más que por las características del individuo o por su acción en contra de los intereses del gobierno.
El aparato del estado invierte en un arcoíris de recursos para la contención ciudadana. El espionaje es completo. La exclusióndel individuo por motivos de conciencia, religiosos o de otro orden, es un recurso habitual, la falta de militancia a favor del régimen puede ser interpretada como oposición en cuyo caso la cárcel es la alternativa más recurrida.
Actuar contra el gobierno si se es arrestado implica prisión sin excluir la pena de muerte.
Desde la toma del poder todos los recursos del régimen estuvieron orientados a masificar la opinión pública y mostrar a toda la población como si estuviera identificada con el nuevo proyecto, a la vez que inducia la convicción en el ciudadano de que era infructuosa cualquier gestión contraria a lo establecido dando lugar esto a la desesperanza, falta de confianza y un sentimiento de indefensión ante la autoridad y la percepción de una nueva realidad en la que la educación y el control de los medios de difusión jugaron un rol muy importante, a la que hay que sumar la condición del estado como único empleador.
El totalitarismo cubano ha sobrevivido por su capacidad represiva, y aunque otros factores han influido favorablemente a su permanencia, evidentemente la condena o la corrección, según el caso, ocupa un sitial preeminente en el vasto arsenal de recursos que le ha permitido mantener el poder por casi seis décadas.
La represión no ha podido extinguir a los opositores aunque sin dudas los ha controlado eficientemente, al extremo que nunca ha sido, a pesar del arrojo de quienes en su momento han ejercido el derecho a actuar en base a sus convencimientos, un peligro a la estabilidad del régimen.
El régimen esta apuntalado en un sistema represor que  péndula de la brutalidad extrema a la sofisticación más exquisita. Es constante, relativamente uniforme en sus acciones y reacciones, enmarcada en un proyecto general en el que los victimarios intiman, maltratan y hasta ejecutan a sus víctimas con métodos iguales en cualquier dependencia oficial, pero siempre con  el consentimiento de un funcionario central.En Cuba no existe anarquía en la represión como se puede apreciar en otros sectores gubernamentales.
Las situaciones coyunturales o casos muy específicos son reprimidos en base a otros patrones y aunque la improvisación en la aplicación de la metodología es factible, los encargados de aplicarla en esos sumarios son los sicarios de mayor relevancia, como se apreció en procesos como el golpe de estado al presidente Manuel Urrutia, en la detención del comandante Huber Matos, en el Congreso de la CTC, en la Microfracción y el del general Arnaldo Ochoa en los que los hermanos Castro jugaron directamente el papel clave en la acusación.
Las fuerzas represivas del castrismo, sin distinción de cuerpo o agencia, es fría y calculadora porque procura evaluar previamente los perjuicios que se puedan derivar de sus acciones. La represión ha sido siempre institucional. Su aplicación en tiempo y profundidad depende del alto gobierno, no de un funcionario que en base a su humor, carácter y prejuicios toma las decisiones, aunque no hay regla sin excepción, en consecuencia se podría considerar que la acción represora en Cuba es profiláctica, corta lo que haya que cortar sin ir más allá de lo que demandan las circunstancias.
Cierto que los resultados pueden variar, la represión no es una ciencia exacta como las matemáticas, pero con la planificación y coordinación en su implementación, se pueden disminuir daños colaterales que puedan afectar los cimientos del poder.
La represión ha tenido a su disposición incontables recursos para imponer el control. Violencia extrema, cárcel, paredón, y el abuso en cualquiera de sus formas, pero siempre lo ha hecho enmarcado en la mayor discreción, y cuando esto no ha sido posible, ha recurrido a las turbas enfebrecidas para encubrir sus depredaciones.
Desde las persecuciones a los llamados antisociales, homosexuales, prostitutas y proxenetas, los actos de repudio que se remontan al verano de 1960, el trabajo forzado de las Brigadas Johnson y Jacqueline,las Unidades Militares de Ayuda a la Producción, UMAP, las brutales cacerías a las personas que se disponían a salir por el puerto del Mariel, los acosos y golpizas sistemáticos contra los disidentes y opositores,  los arrestos de la Primavera Negra y las vilezas contra las Damas de Blanco, conforman un apretado resumen, con muchas omisiones, del prontuario del maldad del castrismo que siempre ha procurado extirpar todo lo que pueda afectar su supervivencia.
Esta labor deleznable que cumplen efectivos de los cuerpos policiales y de seguridad en numerosas ocasiones vestido de civil, procuran aparentar que cuentan con el respaldo de la población para lo que movilizan a miembros de organismos de masas  quienes son los que protagonizan la algarabía, vejaciones y malos tratos contra quienes están siendo arrestados o limitados en sus movimientos. Todo este entramado forma parte del montaje de que es el pueblo enfurecido el que demanda las acciones de las autoridades.
Este cuadro de pueblo irritado  contra los opositores, le ha permitido al régimen disfrutar por años de una falsa imagen de popularidad, que le ha sido muy útil para esconder las brutalidades bajo la alfombra del totalitarismo.
La represión uniformada ha sido la mayor parte de las veces encubierta, muy discreta, salvo en los momentos en que consideran deben dar un ejemplo masivo de poder y capacidad de represión como fueron, entre otros, los apresamientos durante la expedición de la Brigada 2506, la ola represiva de la Primavera del 2003, incluido el fusilamientos de tres jóvenes que intentaron secuestrar una lancha para escapar del país.
El sicario, el esbirro, viste de civil. Los autos policiales circulan usualmente como vehículos regulares y los arrestos no son informados por los medios salvo que formen parte de una campaña que tiene el fin de generar una intimidación masiva, o enviar un mensaje al exterior de que el régimen proyecta algo de proporciones que trascenderán las fronteras.
No obstante,  la represión fue y será por siempre la primera y  última cara del sistema.
Hasta en sus vitrinas preferidas, Salud, Educación y Deporte, está presente la represión. La discriminación y el sectarismo son formas encubiertas  de contención de la cual ni las elites pueden escaparse.
El régimen ha mostrado en todos estos años solo dos cartas de triunfo. La lealtad de las Fuerzas Armadas y su capacidad represiva en la que también han participado generales y doctores. Estos son sus sostenes principales, en consecuencia no hay que dudar que en sus postrimerías, sea como consecuencia de un proceso de Sucesión-Transición o por una Ruptura, intente callar el clamor de los sin derechos con una ferocidad sin precedentes. Sobran evidencias de la crueldad y vesania del totalitarismo, también, de la firmeza y el compromiso de los que están decididos  de una vez por todas pagar el precio de ser libres.
by REINALDO RODRIGUEZ HERNANDEZ

sábado, 1 de julio de 2017

TERRIBLES testimonios de cubanos TORTURADOS bajo la cruel DICTADURA de Fidel Castro Y OTROS.....

Violencia de género: un problema de derechos humanos

Violencia de género: un problema de derechos humanos

Si bien las violaciones de los derechos humanos afectan tanto a los hombres como las mujeres, su impacto varía de acuerdo con el sexo de la víctima. Los estudios sobre la materia permiten afirmar que toda agresión perpetrada contra una mujer tiene alguna característica que permite identificarla como violencia de género. 

Esto significa que está directamente vinculada a la desigual distribución del poder y a las relaciones asimétricas que se establecen entre varones y mujeres en nuestra sociedad, que perpetúan la desvalo-rización de lo femenino y su subordinación a lo masculino. Lo que diferencia a este tipo de violencia de otras formas de agresión y coerción es que el factor de riesgo o de vulnerabilidad es el solo hecho de ser mujer. 

La violencia de género puede adoptar diversas formas, lo que permite clasificar el delito, de acuerdo con la relación en que ésta se enmarca y el ejercicio de poder que supone, en las siguientes categorías: violación sexual e incesto, asedio sexual en el trabajo y en las instituciones de educación, violencia sexual contra mujeres detenidas o presas, actos de violencia contra las mujeres desarraigadas, tráfico de mujeres y violencia doméstica. 

En el presente documento se estudia en detalle esta última forma, sin dejar de mencionar y describir las otras, puesto que en los últimos años ha dado origen a nuevas e importantes instituciones y enmiendas de las legislaciones, y en torno a ella se han articulado acciones colectivas de las mujeres. 

La falta de datos estadísticos que podrían revelar la verdadera magnitud del fenómeno en América Latina y el Caribe es un obstáculo que dificulta la mejor compren-sión de la problemática de la violencia de género. Aunque su incidencia es mucho más alta que lo consignado en los registros oficiales, los estudios del tema permiten inferir su carácter epidemiológico. 

La mayor parte de los datos presentados en este estudio provienen de investigaciones y documentos de organizaciones no gubernamentales y de organismos internacionales que han hecho investigaciones en esta área en los últimos años. 

Las propuestas que se plantean se basan en el carácter irreductible de los derechos de las mujeres, en la obligación del Estado de protegerlos y garantizarlos, y en la convic-ción de que el respeto de los derechos humanos también es una condición esencial para el desarrollo de nuestros países y el pleno ejercicio de los derechos ciudadanos de toda la población. 

Se plantea, asimismo, la necesidad de analizar el tema de los derechos humanos y de la violencia de género desde una perspectiva que ofrezca posibilidades de cambios culturales estructurales que conlleven el respeto de los derechos de las mujeres y cuestionen la inevitabilidad de la violencia en las relaciones de género.