sábado, 7 de abril de 2018

Medidas "castradoras" contra negocios privados en Cuba propician fuga de capital

Medidas "castradoras" contra negocios privados en Cuba propician fuga de capital

Según una investigación realizada por Havana Consulting Group, la fuga de capitales es "una reacción natural" en respuesta al "frenazo que ha puesto el Gobierno cubano al sector privado".
El frenazo a las reformas económicas en Cuba con la imposición de mayores trabas al desarrollo del sector no estatal genera una "fuga de capital local hacia el exterior" de entre 280 y 350 millones de dólares anuales, advirtió este martes una consultora especializada en la economía cubana.

The Havana Consulting Group (THCG), con sede en Miami, dijo que esa fuga de capitales es la consecuencia inevitable del intento del Gobierno cubano de"cercenar el espíritu de emprendimiento" y "frenar el crecimiento del sector privado".

Emilio Morales, presidente de THCG, que ayuda a entender el mercado de Cuba y a sus consumidores, dijo a Efe que el capital de los cuentapropistas que huye de la nación caribeña va a parar a "terceros países para la inversión en pequeños negocios o la compra de propiedades".

El experto explicó que se trata de "una reacción natural" en respuesta al "frenazo que ha puesto el Gobierno cubano al sector privado", y supone la "pérdida" de una gran oportunidad para la reconstrucción de la economía nacional.

Dado que los emprendedores de la isla "viajan constantemente al exterior", resulta normal que saquen el dinero en sus bolsillos, aunque otras veces "lo envían con 'mulas' o realizan "transacciones en el exterior invirtiendo en propiedades en la isla que después se las venden a los extranjeros", detalló.

Mientras, el Gobierno cubano, "con la justificación de que no quieren permitir la concentración de riqueza", ha reducido el número de modalidades para ejercer un trabajo por cuenta propia, que ha caído de 201 a 122, destacó Morales.

Se trata de un duro golpe a la iniciativa de los cuentapropistas cubanos, que en los últimos años se expandieron a partir de la inversión de su propio capital.

Este frenazo al crecimiento del sector privado supone la consagración de "medidas ultraconservadoras, muy lejos de la dinámica de la economía moderna" y en un momento en que la isla caribeña "necesita estimular las fuerzas productivas", no limitarlas, apunta el artículo del THCG.

Efecto de estas medidas "castradoras" será, en opinión de la firma, la "fuga de capital local hacia el exterior", una salida de dinero estimada entre 280 y 350 millones de dólares anuales.

Además, el sistema "burocrático centralizado de las decisiones" ralentiza la aprobación de creación de nuevas cooperativas no agropecuarias, denominadas CNA, que continúan en espera por culpa de un proceso de aprobación que puede tomar años.

"En la actualidad, decenas de propuestas de cooperativas llevan más de tres años esperando respuesta para ser aprobadas (...) y muchas personas viven en medio de la frustración de sus aspiraciones y en la incertidumbre", resaltó Morales.

Este frenazo a la expansión del sector no estatal y "absurda posición del Gobierno cubano" de limitar cada vez más las fuerzas productivas no estatales "genera mucha desconfianza en el inversionista extranjero", lo que afectará su inversión.

The Havana Consulting Group (THCG) aseguró que "ninguna economía puede desarrollarse con un esquema estratégico como el que ha diseñado el Gobierno cubano".

Además de resultar muy negativo el impedimento de que una persona "tenga más de una licencia para ejercer el trabajo por cuenta propia o multiplicar su negocio", según la demanda del mercado.

Se trata de una "práctica anticomercial que no tiene cabida en el siglo XXI".

Los nuevos límites impuestos al "naciente sector privado frustran a una masa exitosa de emprendedores y generan una gran desconfianza e incertidumbre en los empresarios extranjeros", advirtió.

El informe concluye con la advertencia de que intentar revivir la economía "muerta" del sector público "tratando de favorecer a la improductiva empresa estatal socialista", en perjuicio del "pujante sector no estatal", "enreda más la economía del país en su larga y eterna crisis".

Experto alerta sobre peligro de frenar sector privado en Cuba

Cuba paraliza licencias a restaurantes privados y alquileres turísticos
Pese a que la pujanza de los pequeños emprendedores es una esperanza para el desarrollo de Cuba, al gobierno le ha preocupado que llegue a desafiar la hegemonía de la planificación central y el monopolio político del PCC, dice el economista estadounidense Richard Feinberg.
Mientras el pequeño pero pujante sector privado cubano espera ─entre noticias de prósperos negocios intervenidos─ por otro apretón normativo anunciado desde agosto por Raúl Castro, algunos expertos se preguntan por qué Cuba buscaría frenar el avance de una forma de propiedad y trabajo que antes ha legalizado y estimulado y que en muy poco tiempo ha hecho aportes significativos a la economía de la isla
Según el académico estadounidense Richard Feinberg estos emprendedores representan para el país más que lo que hasta ahora han aportado: son uno de tres pilares ─junto con la dinamización y descentralización del sector estatal, y la Inversión Extranjera Directa en sectores prioritarios─ en los que el sucesor de Raúl Castro debería apoyarse para sacar al país del estancamiento económico que ha caracterizado los “decepcionantes” diez años en el poder del General-Presidente, y encauzarlo por una vía de desarrollo sostenible.
En su reciente ensayo para el Instituto Brookings “La economía de Cuba después de Raúl Castro: una historia de tres mundos”, Feinberg menciona algunas de las nuevas medidas restrictivas que se espera imponga el gobierno para incrementar su control de las empresas privadas y limitar el tamaño de estas:
- una escala salarial ascendente (por la cual los salarios aumentarían en la medida en que se contraten más trabajadores)
- constreñir a cuatro habitaciones las que pueden alquilar las llamadas “casas particulares”
- un proceso burocrático más complejo para la autorización de nuevas licencias
- informes mensuales de autoridades locales sobre violaciones
- canalizar todos los ingresos y gastos de los negocios privados a través de una cuenta en alguna institución financiera del gobierno.

El gobierno alarmado por el éxito de los privados


Turistas en el restaurante La Vitrola en La Habana.
Turistas en el restaurante La Vitrola en La Habana.
El experto en economía internacional sugiere que, en lugar de imponerle más cadenas, Cuba debería abrazar por completo la economía privada y eliminar las restricciones artificiales al sector.
Después de analizar la agonía de la empresa estatal, debida sobre todo a la hipercentralización, el autor observa cómo ha florecido en cambio en la última década la economía privada cubana, con un crecimiento del número de cuentapropistas autorizados desde unos 150,000 en 2008 a casi 580,000 en 2017. Incluye asimismo a unos 200.000 usufructuarios y 50.000 pequeños propietarios de tierras, y a un número indeterminado de trabajadores del mercado informal. “Tomados en conjunto, hasta el 40 por ciento de la fuerza de trabajo cubana tiene al menos un pie en la economía privada”, afirma el académico.
Como el gobierno no publica datos sobre inversiones de la economía privada, Feinberg toma como indicador para determinar el monto de inversiones en el sector privado las remesas familiares enviadas desde el exterior.

La Moneda Cubana un restaurante privado en La Habana.
La Moneda Cubana un restaurante privado en La Habana.
“Si estimamos las remesas conservadoramente en $ 2 mil millones anuales y asumimos que las tasas de inversión equivalen a un 30 por ciento de esa cifra, en la economía privada de la isla se estarían invirtiendo unos $ 600 millones anuales (casualmente, la misma cantidad de inversión extranjera proyectada por el gobierno para 2018) a los que se podrían agregar otras inversiones procedentes de ahorros familiares y ganancias reinvertidas.
Al hacer un uso productivo de estas diversas fuentes de capital de inversión, la economía privada impulsa el crecimiento de la economía nacional, afirma el ensayista.
A falta de un desglose estatal-privado de la producción nacional, Feinberg y el economista del Banco Mundial Richard Newfarmer han calculado que en el sector del turismo la economía privada representa alrededor de un tercio de los ingresos, o unos $ 1.000 millones anuales, mientras que Emilio Morales, un especialista cubano presidente en Miami de The Havana Consulting Group, ha estimado que la economía privada genera alrededor del 18 por ciento del Producto Interno Bruto.
El autor considera que eran estas dramáticas tendencias las que tenían tan alarmado al gobierno en agosto de 2017, cuando dejó temporalmente de emitir nuevas licencias para muchas actividades previamente autorizadas; las autoridades dijeron que necesitaban revisar las regulaciones para evitar abusos y prevenir una acumulación indebida de riqueza privada.
Feinberg comenta que probablemente había preocupaciones más profundas, como que una creciente economía privada pudiera desafiar la hegemonía de la planificación central e incluso el monopolio político del Partido Comunista.

El gran salto a la expansión diversificada


Un hombre se corta el cabello en una barbería privada en La Habana (Cuba).
Un hombre se corta el cabello en una barbería privada en La Habana (Cuba).
El estudioso estadounidense apunta que el crecimiento de la economía privada cubana no ha sido sólo cuantitativo, sino también cualitativo. Las que comenzaran como miniempresas, en muchos casos se han convertido en auténticas pequeñas empresas, dotadas de planes comerciales formales, estrategias de mercadotecnia, un número significativo de empleados ─a tiempo completo y por contrato─ y una amplia diversidad de ofertas de productos.

Hostal La Nena, una casa particular que renta a turistas en Caibarién.
Hostal La Nena, una casa particular que renta a turistas en Caibarién.
Por ejemplo, casas particulares se han convertido en hoteles “boutique” de varias habitaciones; barberías se han convertido en peluquerías al estilo de Miami, y los negocios familiares de construcción han devenido cooperativas con decenas de miembros calificados. Las paladares (restaurantes de propiedad privada) han pasado de ofertar cenas familiares informales a convertirse enestablecimientos profesionales que sirven cocina de clase mundial. Familias con una sola máquina de hacer helados, con la que producían un puñado de sabores, han dado paso a atractivas heladerías con decenas de opciones.
El sector privado cubano, agrega el autor, ha alcanzado una masa crítica por la cual los propios emprendedores son consumidores de lo que en él se produce. Las agencias de publicidad, los servicios de contabilidad, los planificadores de eventos privados, los decoradores de interiores y los proveedores de servicios de guarderías atienden las necesidades de otros empresarios cubanos, de modo que ahora la actividad de los particulares se caracteriza por un ciclo de producción y consumo saludable y auto-reforzado.
La economía privada de Cuba, termina diciendo Feinberg, podría estar gestando ahora su próxima ola: hacia una expansión diversificada, en la que los emprendedores invertirían en sus propias cadenas de valor, estableciendo sucursales o franquicias, o diversificándose en líneas de negocios relacionadas con los que ya operan.
A menos que el gobierno lo prohíba.

No hay comentarios: