miércoles, 11 de julio de 2018

Exagente cubano revela infiltración, espionaje y control de Cuba en Vene...


Visite http://www.canalntn24.com/ Rafael Alejandro Hernández, abogado y exagente de seguridad del estado de Cuba, habló en el programa La Tarde de NTN24 y aseguró que no está huyendo de un lugar sino "de alguien".



Hernández también hablo sobre su situación en Colombia y afirmó que no es un migrante económico, sino un "perseguido por cuestiones políticas"

La prensa estatal cubana se hizo eco de cifras oficiales que parecen sencillas a primera lectura pero que realmente resultan alarmantes. Tras varios años en ascenso, […]

Tras varios años en ascenso, el año 2016 marcó para la nación caribeña su registro de residentes más alto de su historia, con 11,239,224 personas censadas viviendo en la Isla. Sin embargo el decrecimiento en el año 2017 es marcado, registrándose 11,221,060 millones de habitantes, 18,164 menos que en el año anterior, lo que podría indicar una tendencia al descenso poblacional en Cuba, se han reducido los nacimientos.
El año pasado los datos oficiales destacan que en la Isla se registraron más fallecimientos, menos nacimientos y aunque parezca paradójico, tras las nuevas leyes migratorias que rigen en el país, aumentó la migración de cubanos a otros países, según señalaron los especialistas del Centro de Estudios de Población y Desarrollo (Cepde) en el informe publicado bajo el nombre “Estudios y datos de la población cubana, 2017”.
Durante el año 2017 se reportaron 114,971 nacimientos (1,901 menos que en 2016) y fallecieron 106,941 (7,540 más que el año anterior) en Cuba.
Esta sería primera vez en historia de la Isla en que el número de decesos superan los 100,000 en un año.
Las cifras ofrecidas por Emigración y Extranjería también son trascendentes: En el 2017 emigraron de forma definitiva 26,100 personas, 8943 por encima de la cifra del año precedente, y aproximadamente 36,000 personas establecieron en otros países su residencia permanente, lo que significó un aumento de 4,986 comparado al calendario precedente. También disminuyó la cifra de cubanos repatriados, regresando solamente 13,671, lo que supone una disminución de 3957 respecto al año anterior.
El informe elaborado por los expertos afirma que se hace necesario revertir la magnitud del decrecimiento poblacional en la Isla, donde disminuyó la población en hasta un 74% en los 168 municipios de país.
La mayor densidad demográfica sigue reportándose en La Habana, con 292.4 habitantes por kilómetro cuadrado y concentrándose en esta provincia el 19% de la población del país.
En densidad le siguen Santiago de Cuba, Artemisa y Holguín, cuyos valores superan la media nacional de 102.3 habitantes por kilómetro cuadrado.
La población femenina, al cierre de 2017, superó a la masculina con un 50.2% de mujeres frente a un 49.8% de hombres.
La baja natalidad conjugada con el envejecimiento poblacional contribuyen que no se logra alcanzar los niveles de reemplazo necesarios, en una isla donde el 20.1% de su población tiene o supera los sesenta años.

Los 5 cambios que todo cubano que vive en el extranjero le encantaría ver al viajar a Cuba

Aquellos cubanos que salieron de Cuba persiguiendo un mejor estilo de vida en otro país a menudo se sienten frustrados cuando tienen que hacer los arreglos para visitar a los familiares y amigos que dejaron atrás. Sin duda, viajar a Cuba como cubano es una lucha, algunos dicen que es más fácil para los turistas visitar Cuba que los propios cubanos.
Algunos incluso dicen que los turistas lo tratan mejor que los cubanos que visitan la isla. De hecho, hay muchas historias de cubanos discriminados en hoteles, complejos turísticos y restaurantes. La peor parte de esto es que nuestra propia gente son los que están discriminando.
Por eso, si usted es cubano viviendo en los Estados Unidos, España, México o en cualquier otro lugar del mundo y está pensando en viajar a Cuba, este solo pensamiento seguramente te causará estrés.
No solo es estresante viajar a Cuba, puede ser bastante caro. A menudo escuchamos historias de personas que ahorran todo el año para poder pagar el viaje y ver a sus familias.
Debido a esto, hemos compilado una lista de cosas que creemos que deberían cambiar para hacer que la lucha de visitar nuestra isla sea un poco más agradable.
1. Deshacerse de la prorroga en el pasaporte cubano

El Reglamento de la Ley de Migración cubana establece en su artículo 24 que “El Pasaporte Corriente es válido por dos años, prorrogables por igual término hasta un total de seis años”. Es decir, hay que prorrogar ese documento cada 24 meses en dos ocasiones.


Renovacion de pasaporte cubano

Esta es realmente una de las cosas más innecesarias y odiadas sobre el pasaporte cubano, (hay muchas) cada 2 años usted tiene que pagar una tarifa adicional para mantener su pasaporte válido, incluso si recientemente renovó su pasaporte, usted todavía tiene que pagar por la prorroga
Incluso si no está pensando en visitar la isla, si no tiene actualizada la prorroga en su pasaporte, olvídese de su viaje.
Esta es una de las cosas que tiene que cambiar, eliminar este requisito no solo alentaría a más personas a viajar más a menudo a la isla, sino que ayudaría a la economía cubana a crecer, ya que todos sabemos que la economía cubana necesita el dinero que proviene del extranjero.
2. Disminuir el precio de renovar el pasaporte
Entonces, solo hablamos sobre la temible prorroga. Ahora hablemos de lo que se considera uno de los pasaportes más caros del mundo, el pasaporte cubano.
Renovar su pasaporte puede costar tanto como $ 500 dependiendo de dónde viva, no solo eso, sino que realmente obtener su pasaporte puede llevar meses e incluso en algunos casos más de un año para recibir su pasaporte. Lo que significa que algunos se ven obligados a comenzar el proceso de renovación mucho antes de que hagan los arreglos de viaje.
Bajar el precio hasta un punto en que sea accesible para la mayoría de las personas alentará a más personas a visitar Cuba, lo que trae más dólares y euros a la isla.

3. No requerir pasaporte cubano para cubanos con ciudadanía en otros países.
Para aquellos cubanos que han trabajado duro para obtener su estatus legal como ciudadanos en diferentes países, no se les debería requerir presentar o necesitar un pasaporte cubano para visitar.
Esto básicamente obliga a muchos cubanos con ciudadanía en otros países a evitar viajar a Cuba porque no quieren pagar un pasaporte costoso que demora meses en procesar y cuyo único propósito es poder ingresar a Cuba. Una vez más, esto simplemente está perjudicando a la economía cubana, la gente real que se beneficia del dinero que se gasta en la isla del turismo.
Hay muchas historias de cubanos que han pasado años sin viajar a Cuba porque no quieren pasar por el proceso de pagar un pasaporte cubano.
4. Más flexibilidad en la Aduana de Cuba
Seamos honestos, la mayoría de los cubanos que pasan por la molestia de obtener todos sus documentos para visitar a su familia saben y entienden la falta de artículos comunes en la isla. Entonces, además de poder ver a sus amigos y familiares, también aprovechan la oportunidad de tomar la mayor cantidad posible de pacotillas, porque saben que es la única forma de llevarla unas cositas para su familia.


Aduana de Cuba

Sin embargo, la Aduana de Cuba tiene algunas reglas que a menudo se consideran ridículas. Por ejemplo, la Ley aduanal cubana limita la cantidad de bienes que pueden traerse desde el exterior. “La autoridad aduanera facultada decomisa las cantidades que excedan el límite establecido en la presente resolución…”. En el caso de uñas postizas, el límite es 24.
La economía cubana vive de miles de millones de dólares enviados cada año desde el extranjero, desde remesas familiares hasta millones de artículos enviados cada año. Así es como la gente sobrevive, vendiendo y revendiendo cosas enviadas desde el extranjero.
Si la Aduana de Cuba relajara algunas de esas reglas y simplemente dejara que los cubanos que viven en el exterior importen o traigan lo que quieran a Cuba, otra vez lo único que sucedería es que la economía ciertamente tendría más margen de maniobra.
5. Eliminar la doble moneda (CUC)
Si viaja desde los EE. UU., Europa o cualquier otro lugar del mundo. La doble moneda de Cuba puede ser un dolor de cabeza. No solo pierde dinero cada vez que intercambia sus euros o dólares por CUC, sino que la confusión termina costándole aún más.


El famosos CUC cubano.

Esto es a menudo una de las cosas que impulsa el intercambio de dinero subterráneo, muchos evitan intercambiar su dinero en cadecas porque quieren una mejor taza de cambio, lo que básicamente significa conocer a alguien que pueda darle un mejor cambio que las cadecas.
Por supuesto, estas 5 son solo algunas de las cosas que muchos de nosotros deseamos que cambien en el futuro, pero la realidad es que probablemente podríamos hacer una lista de 50 más, por ahora nos gustaría que escribas tus propias cosas en los comentarios a continuación.

#EnCubaNoHayDerechosHumanos



#EnCubaNoHayDerechosHumanos

Esto es para aquellos que dicen soy antirevolucionario, pues lamebotas del gobierno abran lo ojos....

Cuba es signataria de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, la cual contiene una cláusula que denota los derechos fundamentales, deberes y garantías de los cubanos. El país firmó aunque no ha ratificado el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Cuba es miembro fundador del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

En materia de derechos humanos, respecto a la pertenencia a los siete organismos de la Carta Internacional de Derechos Humanos, que incluyen al Comité de Derechos Humanos (HRC), Cuba ha firmado o ratificado:

El incumplimiento al respeto y defensa de los derechos humanos proclamado con la firma de estos acuerdos, sin embargo, ha sido denunciado por órganos internacionales y la disidencia cubana.

El Gobierno cubano ha sido acusado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (órgano de la OEA, de la que Cuba fue expulsada en 1962) de aplicar torturas, detenciones arbitrarias, procesos con fines propagandísticos y ejecuciones extrajudiciales.[17]​

La Comisión llama la atención sobre las restricciones a la libertad de expresión, a la libertad de asociación, a la libertad de circulación, a la libertad de ideas, a los derechos políticos, a la ausencia de elecciones, a la falta de independencia del Poder Judicial.[18]​


Controversia sobre la interpretación de los derechos humanos

Opositores

Los llamados «disidentes» o «contrarrevolucionarios» por el Gobierno denuncian acoso y represalias contra los opositores al Gobierno cubano.


Amnistía Internacional denuncia violaciones a los derechos humanos, acoso al periodismo y considera que en la isla existen presos de conciencia detenidos exclusivamente por el ejercicio pacífico de su derecho a la libertad de exexpresió

También denuncia a Cuba por mantener la pena capital.


La Unión Europea en 2003 impuso sanciones contra Cuba, que posteriormente, en 2007, le fueron levantadas.


La OEA denuncia hostigamiento hacia el periodismo y privación de libertad de los disidentes popolítico


La Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional presenta informes mensuales denunciando arrestos arbitrarios y actos de represión de las manifestaciones políticas.


Una de las acusaciones contra el Gobierno cubano, es el hundimiento del remolcador Trece de Marzo. La oposición alega que guardacostas de Cuba hundieron al remolcador, en el que 72 personas intentaban abandonar la isla. Durante el incidente, entre los ocupantes de la embarcación hubo 41 muertos, diez de ellos niños, el menor de los cuales fue Helen Martínez Enríquez, de sólo seis meses de edad.Nunca se recuperaron los cadáveres. Según los opositores, durante la madrugada del 13 de marzo de 1994, cuatro barcos del Gobierno, equipados con potentes mangueras de agua, embistieron al viejo remolcador, a siete millas de distancia de las costas frente al puerto de la ciudad de La Habana. Las personas que se encontraban en cubierta fueron barridas por el agua lanzada a presión. De acuerdo a esta versión, los sobrevivientes que regresaron a la isla, habrían sido amenazados, perseguidos y hostigados y este crimen nunca habría sido investigado judicialmente.


Otras acusaciones son el arresto de Vladimiro Roca en 1997,[35]​ las detenciones realizadas durante la Primavera Negra en abril de 2003 y la aplicación de la pena capital, ese mismo año, a tres ciudadanos que habían secuestrado una lancha y tomado rehenes.


En 2014 la organización Damas de Blanco denunció que al menos 100 mujeres fueron arrestadas para impedirles asistir a misa.




La Organización Mundial Contra la Tortura, le envió una carta a Raúl Castro, mostrando su preocupación por la seguridad y por la integridad física y psicológica de la esposa de Orlando Zapata y otros familiares suyos


Según Elías Carranza, director del Instituto Latinoamericano de las Naciones Unidas para la Prevención del Delito y el Trato del Delincuente, Cuba erradicó la exclusión social gracias « a grandes conquistas en la reducción de la criminalidad ». Se trata del « país más seguro de la región [mientras que] la situación en cuanto a los delitos y la inseguridad a escala continental se ha deteriorado en las últimas tres décadas con el aumento del número de muertos en las prisiones y en el exterior ».

La libertad de expresión consiste en la posibilidad de expresar libremente las opiniones propias sin temor a recibir castigo alguno de los poderes existentes en la sociedad. Los opositores a la Revolución, organizaciones internacionales y numerosos Gobiernos extranjeros critican la política de restricción de la libertad de expresión que se practica en la isla. El Gobierno cubano justifica su posición con el argumento de que así evitan el que los medios masivos de comunicación sean usados contra la soberanía del país, el sistema de Gobierno y para evitar dar información falsa a la población.



La Ley 88 del Código Penal de la República de Cuba castiga severamente a las personas que cuando ejerzan el periodismo cobren dinero de potencias extranjeras o cuando apoyen la Ley Helms-Burton (una resolución federal estadounidense que endureció el embargo contra la isla). En marzo de 2003, 75 personas fueron juzgadas bajo esta ley y sentenciadas a penas que llegan hasta los 28 años de cácárce

Desde 2002 la organización Reporteros Sin Fronteras sitúa a Cuba en uno de los últimos lugares en su informe sobre el estado de la libertad de prensa en el mundo, superando sólo a Eritrea, Turkmenistán y Corea del Norte

#RESPETAR A LOS DEMÁS

#RESPETAR A LOS DEMÁS
Una reflexión sobre los derechos humanos

¿Por qué hay tantos gobiernos que no respetan los derechos humanos? Esto ocurre porque a veces los mismos ciudadanos no respetan los derechos de los demás.

Cuando esos ciudadanos, uno a uno, decidan respetar esos derechos fundamentales, lo más probable es que veamos cambios significativos en los gobiernos.

Quienes no tienen la capacidad de ver a los otros seres humanos como iguales que ellos, son pobres de espíritu.

No tienen una filosofía de vida. No reflexionan sobre las cuestiones más profundas de la vida. Solo se preocupan por sus necesidades.

Nuestra sociedad está llena de gente consumida por la avaricia, que explota al débil y adula al fuerte, pensando que su poder les hará felices.

Estas tendencias negativas son las que llevan a nuestra sociedad a discriminar a los demás y a ignorar los derechos de las personas.

Además, la gente tiende a rechazar y atacar cualquier cosa que sea un poco diferente a su forma de ser. Sin embargo, somos todos humanos y eso es lo que importa.

Todo el mundo tiene derecho a prosperar, a manifestar su potencial y a cumplir su misión en este mundo. 

Tú tienes ese derecho, al igual que el resto. Menospreciando, violando y pisoteando los derechos de las personas se destruye el orden natural de las cosas. Por eso, valorar los derechos humanos y respetar a los demás es una de nuestras tareas más importantes.

jueves, 3 de mayo de 2018

Díaz-Canel: el presidente que dejó atrás el apellido Castro en Cuba

El nuevo presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, dijo tras jurar su cargo que dará continuidad a la revolución que inauguró casi seis décadas de gobierno comunista en la isla; Raúl Castro se mantiene en poder del partido.

Miguel Díaz-Canel es el presidente de Cuba que quiere cambiar la historia, pero no la revolución. Desde que ocurrió la Revolución Cubana, es el primer hombre sin el apellido Castro en gobernar la isla en casi seis décadas y también podría convertirse en unos años en el primer secretario del Partido Comunista cubano.
El nuevo presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, dijo tras jurar su cargo que dará continuidad a la revolución que inauguró casi seis décadas de gobierno comunista en la isla.
En su primer discurso como presidente, dejó claro que Raúl Castro, que se mantiene como jefe del Partido Comunista, seguirá a la vanguardia política de Cuba y que la estrategia diplomática del país se mantendrá inalterable.
“Entre muchas razones, el mandato dado por el pueblo a esta legislatura es la de dar continuidad a la revolución cubana en un momento histórico crucial”, dijo al Parlamento.
Díaz-Canel, que cumplirá el viernes 58 años, destacó que el país debe avanzar en la actualización del modelo económico y social, pero sin espacio para los que aspiran a una restauración capitalista.
Castro, hermano del fallecido Fidel, abandona la presidencia a los 86 años después una década en el cargo. Díaz-Canel, de 57 años, se había desempeñado como su primer vicepresidente en el último lustro.
Díaz-Canel asumió el jueves como presidente de Cuba, pero su antecesor se mantendrá los próximos tres años como jefe del partido único.
“Cuando yo falte Díaz-Canel puede asumir también como primer secretario del Partido Comunista de Cuba”, dijo Castro
Al canoso Díaz-Canel, un ingeniero electrónico que abraza la tecnología, se le ve como liberal en lo social, pero también es considerado una apuesta segura para suceder a la histórica generación que luchó en la revolución de 1959 y que ya se está retirando.
El próximo presidente se ha mostrado más en sintonía con los tiempos que corren, pero no alimenta demasiadas esperanzas de generar un cambio político profundo en Cuba.
Muchos cubanos, frustrados por el lento ritmo de la mejora económica con Raúl Castro, esperan que Díaz-Canel esté esperando su momento para tomar las decisiones. Sin embargo, el dirigente comunista será probablemente cauto, al menos al principio, para consolidar su apoyo entre los conservadores.
Todos estamos acostumbrados a los Castro, y los sigo, me gustan sus ideales, pero siempre uno necesita nuevos pensamientos. Tenemos 20 años de estancamiento en desarrollo económico y tecnológico”, dijo Natalie Seijo, estudiante universitaria.
El renovador
Raúl Castro generó un cambio radical al descongelar las relaciones con Estados Unidos por primera vez desde que los rebeldes liderados por su hermano derrocaron a un dictador apoyado por Washington, y al realizar cautelosas reformas de mercado a una de las últimas economías de estilo soviético.
Nuevo presidente cubano: ¿líder de un cambio o títere de Castro?
Pero con la economía sufriendo por la crisis en su aliada Venezuela y las relaciones con Estados Unidos tensas bajo la presidencia de Donald Trump, algunos cubanos son pesimistas sobre la posibilidad de una mejora en sus vidas y se sienten inquietos por lo que está por venir.
“El futuro nuestro ni lo sabemos ahora mismo”, dijo Adriana Valdivia, de 45 años y profesora en La Habana. “Termina Raúl y Fidel es historia”.
“No veo una salida para que los cubanos mejoren. Los salarios son los mismos y no alcanzan. Y ahora (Donald) Trump aprieta tuercas con el bloqueo, imagínese”, dijo Valdivia, quien gana alrededor de 24 dólares por mes.
El próximo presidente debería “aumentar la velocidad del cambio en Cuba mientras mantiene las cosas buenas”, dijo el bloguero Harold Cárdenas, de 32 años, quien agregó que la resistencia a las reformas económicas introducidas por Raúl Castro ha frenado al país.
¿Nuevas ideas?
Si bien la asamblea promoverá un liderazgo más joven, Castro y otros líderes de la revolución retendrán el poder a través de su control sobre el Partido Comunista.
“Cuba está cambiando, pero no espero cambios dramáticos mientras los líderes revolucionarios sigan ocupando puestos clave en el gobierno”, dijo el senador estadounidense Patrick Leahy, quien se reunió con Castro y Díaz-Canel.
“Después de eso, una nueva generación puede tener otras ideas”, agregó.
Es improbable que Díaz-Canel ponga en juego el gobierno de partido único y muchos cubanos se sienten distantes de la política y prefieren centrarse en llegar a fin de mes con las limitadas oportunidades económicas que se abrieron cuando Castro permitió crear más empresas pequeñas en los últimos años.
“La política no es mi fuerte”, dijo Diadenis Sanabria, de 34 años, que trabaja en un restaurante estatal en el distrito Vedado de La Habana. “Pero pienso que el cambio de jefe no me cambia la vida”.
¿Quién es realmente Díaz Canel? Aunque la mayoría de los cubanos lo consideran "el elegido” para esta nueva etapa, Díaz Canel ha ido demostrando en los dos últimos años que está dispuesto a servir al castrismo con una fidelidad absoluta. Con 57 años, su porte atlético y un muy estudiado histrionismo en los momentos en que se acerca a la gente, sobre este antiguo profesor universitario muchos cubanos dicen que "es un tipo chévere”, "que es un hombre amantísimo con su esposa Lis Cuesta”, "que hasta se toma traguitos de ron con la gente simple del pueblo”, e incluso que, a tono de las últimas modas deportivas en Cuba, "fue quien decidió trasmitir los partidos de futbol en vivo en la televisión” y que "es fanático del Barça”. Para otros muchos cubanos, sin embargo, es sólo una figuras decorativa en una estructura ideológica y política que, aseguran, continuará la herencia de Fidel y Raúl.
Curiosamente, Raúl saldrá de la presidencia el 19 de abril, fecha histórica para la isla, pues fue ese día la derrota de la invasión por Bahía de Cochinos, en 1961, considerada por el gobierno cubano como la "Primera Derrota del Imperialismo en América”. Pero esa fecha será también hsitórica para Díaz Canel, ya que cumplirá 58 años el 20 de abril, ya convertido en el primer presidente de la que todos los analistas consideran "la era neocastrista”.
Sus metas como futuro presidente son mantener la mano dura, la ausencia de diálogo con la oposición y la táctica de enfrentamiento con Estados Unidos que caracterizó el mandato de Fidel Castro. 
Curiosamente, Raúl saldrá de la presidencia el 19 de abril, fecha histórica para la isla, pues fue ese día la derrota de la invasión por Bahía de Cochinos, en 1961, considerada por el gobierno cubano como la "Primera Derrota del Imperialismo en América”. Pero esa fecha será también hsitórica para Díaz Canel, ya que cumplirá 58 años el 20 de abril, ya convertido en el primer presidente de la que todos los analistas consideran "la era neocastrista”.
Díaz Canel y el neocastrismo. La ideología del neocastrismo es el dinero. Sin embargo, durante su consolidación en la "era raulista”, han simulado un apego fanático a la ideología del "fidelismo” y, dando una marcha atrás a varias de las más importantes "aperturas” con las que Raúl Castro intentó maquillar la cara negra de la Revolución ante el mundo, han utilizado las estrategias represivas y propagandísticas tradicionales del castrismo como plataforma para mantener el apoyo de los sectores más conservadores del gobierno y de los partidarios fidelistas en el pueblo.
Una pieza elemental en esa nueva estrategia ha sido la figura de Díaz Canel en sus funciones de vicepresidente, cargo al que ascendió por su cercanía a Raúl en una meteórica carrera que lo llevó de ser segundo secretario de la Unión de Jóvenes Comunistas en 1990 a Primer Secretario del Partido en Villa Clara (1994) y Holguín (2003); de allí, a Ministro de Educación Superior en 2009, y a la vicepresidencia en 2013. Su actuación y sus discursos en los últimos tiempos muestran que, consolidada ya la sucesión de los neocastristas a los que él sirve, sus metas como futuro presidente son mantener la mano dura, la ausencia de diálogo con la oposición y la táctica de enfrentamiento con Estados Unidos que caracterizó el mandato de Fidel Castro. 
Con información de Reuters.

domingo, 29 de abril de 2018

El nuevo hombre en La Habana


Por primera vez, el máximo cargo político e institucional de la Cuba no lleva el apellido Castro. Miguel Mario Díaz-Canel, nuevo presidente de la isla, es percibido con incertidumbre. Unos lo ven como un hombre para el cambio. Otros, sin embargo, lo perciben como un tecnócrata tradicional que le debe todo a Raúl Castro, su mentor y maestro.



Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez celebró su cumpleaños número 58 un día después de convertirse en presidente de Cuba. Nacido en Placetas, Villa Clara, Díaz-Canel es el primer presidente nacido luego del triunfo del Ejército Rebelde de Fidel Castro en 1959.

No obstante, su llegada al poder no supone el fin de la era Castro, sino un deje de funciones burocráticas para el sucedido Raúl. El artículo 5 de la Constitución de la República de Cuba define al Partido Comunista de Cuba (PCC) como «vanguardia organizada de la nación cubana, fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado, que organiza y orienta los esfuerzos comunes hacia los altos fines de la construcción del socialismo y el avance hacia la sociedad comunista».

Raúl Castro será el primer secretario del PCC hasta 2021. De algún modo, lo que sucederá en Cuba a partir de ahora es lo que ya venía ocurriendo en los últimos meses: Díaz-Canel recibirá a los presidentes y delegaciones de alto rango que visiten La Habana -como acaba de hacer con su homólogo venezolano Nicolás Maduro-, se reunirá con ellos, acudirá a cumbres intergubernamentales, recorrerá el país de punta a cabo para echarle un ojo y determinar cómo pueden empezar a mejorar las inquietudes sociales, pero luego tendrá que llegar a casa y telefonear a la secretaria de Raúl para que le abra un hueco y le pacte una cita en su agenda para rendir las cuentas pendientes.

Algo de ese acatamiento nos dejaron ver ambos políticos cuando corrían tan solo los primeros minutos de presidencia de Díaz-Canel. Esteban Lazo, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, se pegó al micrófono y anunció que Cuba tenía un nuevo mandatario. Entonces, un Díaz-Canel sonrojado y alegre subió al estrado y, mientras pasaba por delante del resto del Consejo de Estado, chocó su palma de la mano derecha con cada uno de ellos.

Se trataba de una imagen desenfadada, bien diferente a la que Cuba había estado acostumbrada a presenciar en este tipo de escenarios. Un hombre que se emocionó por su investidura como presidente, un hombre que trasmitió nervios con sus gestos. Después de casi medio siglo, las elecciones en la isla siguen siendo una performance. Pero por esta vez y durante unos instantes, la impostura desapareció y los cubanos asistieron a un escenario insospechado.

Pero ya en el estrado, todo volvió a su sitio. Raúl Castro le tomó el brazo izquierdo a Díaz-Canel y se lo elevó al aire evocando la sucesión. Luego se abrazaron un par de veces y el nuevo presidente se dirigió a leer su primer discurso, que se resume en una frase: «Raúl Castro seguirá siendo el guía y decisor de la revolución cubana».

El discurso fue un retrato fiel a su propia figura: parco, leído, sin intervenciones ni improvisaciones. Con una jerga dogmática, digno de lo que es Díaz-Canel: un tecnócrata. Un hombre que ha llegado a ser presidente de Cuba porque su principal virtud es acatar las órdenes de sus superiores y nunca disentir.

Díaz-Canel dedicó gran parte de sus primeras palabras a Raúl Castro, el alumno que le agradece al maestro, el hijo que retribuye al padre. Luego dejó claro que no habrá cambios sustanciales en el gobierno de Cuba. Que vaya con una tablet debajo del brazo y sea el único entre los 605 diputados parlamentarios que, en lugar de escribir en agendas de hojas rayadas, posa sus dedos sobre una pantalla táctil, no significa que su mirada vaya a recolocar los enfoques que han prevalecido en Cuba durante tantos años.

«Asumo la responsabilidad de ser presidente de Cuba con la convicción de que todos los revolucionarios seremos fieles al ejemplar legado de Fidel y Raúl», dijo también Díaz-Canel para no dar margen a las dudas, para aclararle a los que lo ven como el agente del cambio que se equivocan.

Lo expresado por el nuevo presidente no salió del marco esperado y siguió con el triste método de los políticos cubanos que se entretienen en empeñarse a resolver los problemas de corrupción moral de una sociedad alicaída a golpe de consignas y alaridos preestablecidos.

Con Díaz-Canel, por el momento y por lo que se pudo escuchar de sus labios, Cuba seguirá siendo dos países que convergen en uno. La isla que emerge del discurso gubernamental y la isla real. Un desfasaje de tiempo, una hecatombe temporal donde los dirigentes hablan desde una cima a la sombra y el pueblo camina y los mira a la distancia, con desdén, sudando bajo el sol, desde un descampado.

Díaz-Canel no habló de reformas, de mejorar el país, de cómo salir de la estrechez económica y dejar atrás de una vez y por todas las penurias de una vida difícil. Mientras los cubanos piden cambios a gritos, Díaz-Canel se dedicó a enarbolar las banderas del socialismo y evocar a sus gestores en la isla.

La novena legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular dejó para el cierre un discurso prolongado de Raúl Castro a modo de despedida. En sus palabras, Castro devolvió elogios a su pupilo, a su fiel discípulo. Y en un acto de delación dejó claro que él y su cúpula de poder son quienes deciden y decidirán los nombres que se encargarán del futuro inmediato de la nación. Como en otras ocasiones, criticó la «mentalidad paternalista» y la lentitud de las reformas, por momentos como si fuera un observador. Y dijo que en otras ocasiones se habían equivocado con la elección de jóvenes dirigentes (en una poco velada referencia a los prugados Felipe Pérez-Roque y Carlos Lage) por ir demasiado muy rápido pero que con Díaz-Canel habían ido más despacio.

Luego, sin nada de dramatismo, sentenció: «Terminé». Como quien se saca un peso de encima, como quien se va a ver los toros desde la barrera con las llaves del establo en el bolsillo.

En Cuba comienza una nueva etapa. Quizás, se trate del momento crucial del que se lleva décadas hablando. De algún modo, ya con algunos de los símbolos ideológicos de una generación fuera del tablero de ajedrez político. El instante histórico es un parteaguas en el porvenir de la isla. Algo así como lo describiera en su cuenta de Facebook Luis Silva, el actor humorístico de mayor renombre en el país que encarna el personaje de un anciano que se hace llamar Pánfilo: «Que sea lo que Díaz quiera, perdón, lo que Dios quiera».